El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha pedido este lunes la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y varios altos cargos del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) por crímenes de guerra y contra la humanidad a raíz de los ataques del 7 de octubre por parte del grupo islamista y la posterior ofensiva militar contra la Franja de Gaza.

El fiscal jefe del TPI, Karim Khan, ha afirmado en un comunicado que las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant derivan de los “motivos razonables” para creer que “tienen responsabilidad penal” en crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad “cometidos en el territorio del Estado de Palestina, en la Franja de Gaza, al menos desde el 8 de octubre”.

“Sostenemos que los crímenes de lesa humanidad acusados se cometieron como parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil palestina de conformidad con la política del Estado. Estos crímenes, en nuestra opinión, continúan hasta el día de hoy”, detalla Karim Khan.

De acuerdo al comunicado, entre los crímenes de guerra y contra la humanidad que cometieron, se encuentra “hacer morir de hambre a civiles como método de guerra”, “causar intencionalmente grandes sufrimientos o daños graves a la integridad física o la salud”, “dirigir intencionalmente ataques contra una población civil”, entre otros.

El fiscal jefe del Tribunal Penal Interionacional, Karim Khan.

“Mi Oficina sostiene que las pruebas que hemos recopilado, incluyendo entrevistas con sobrevivientes y testigos presenciales, material de vídeo, fotografías y audio autenticados, imágenes de satélite y declaraciones del grupo presunto perpetrador, muestran que Israel ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana”.

Asimismo, ha detallado que las órdenes de arresto afectan igualmente al jefe de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar; el jefe del ala militar del grupo, Mohamed Diab al Masri, conocido como ‘Abú Deif’; y el jefe del brazo político de la formación, Ismail Haniye, por “responsabilidad penal por crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en Israel y el Estado de Palestina” desde el 7 de octubre.

“Sostenemos que los crímenes contra la humanidad acusados fueron parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil de Israel por parte de Hamas y otros grupos armados de conformidad con políticas organizativas. Algunos de estos crímenes, en nuestra opinión, continúan hasta el día de hoy”, se indica en el comunicado.

Así, según se detalla, se les acusa de “el exterminio como crimen de lesa humanidad”, “tomar rehenes como crimen de guerra, en contravención del artículo 8(2)(c)(iii)”, “la violación y otros actos de violencia sexual como crímenes de lesa humanidad”, entre otros.

“Durante mi propia visita al Kibbutz Be’eri y al Kibbutz Kfar Aza, así como al sitio del Festival de Música Supernova en Re’im, vi las escenas devastadoras de estos ataques y el profundo impacto de los crímenes desmedidos acusados en las solicitudes presentadas hoy”, sostiene el fiscal jefe del TPI, Karim Khan, en el comunicado.

“Mi Oficina también sostiene que hay motivos razonables para creer que los rehenes tomados en Israel han sido mantenidos en condiciones inhumanas y que algunos han sido objeto de violencia sexual, incluida violación, mientras estaban en cautiverio”, añadió.

Junto con esto, el fiscal jefe sostuvo que el TPI “no dudará en presentar nuevas solicitudes de órdenes de arresto siempre que consideremos que se ha alcanzado el umbral de una perspectiva realista de condena. Renuevo mi llamado a todas las partes en el conflicto actual para que cumplan la ley ahora”.

“Ahora, más que nunca, debemos demostrar colectivamente que el derecho internacional humanitario, la base fundamental de la conducta humana durante los conflictos, se aplica a todas las personas y se aplica por igual en todas las situaciones abordadas por mi Oficina y la Corte. Así demostraremos, de manera tangible, que la vida de todos los seres humanos tiene el mismo valor”, concluye en el documento.