La fiscalía superior de Cataluña presentó una querella por desobediencia contra el presidente catalán, Quim Torra, acusando que tomó en cuenta la prohibición impuesta por la Junta Electoral Central (JEC) de usar símbolos partidistas en recintos públicos.
Uno de estos requerimientos implicaba que no podía usar el lazo amarillo que representa a los independentistas catalanes, sin embargo, el mandatario continuó usando la cinta en múltiples ocasiones, incluso cuando asistía a las audiencias del juicio contra los independentistas catalanes acusados de rebelión tras declarar de manera fallida la independencia de cataluña.
De acuerdo al Ministerio Publico, Torra no cumplió con lo solicitado de manera "consciente y deliberada" en "numerosas dependencias y establecimientos públicos".
El pasado 11 de marzo fue presentado el recurso luego de la JEC diera 48 horas para el president de la Generalitat para que retirara los lazos amarillos y carteles referentes a la causa independentista. Solicitud a la que respondió fuera de plazo y optó por mantener el mensaje de las pancartas pero cambió el color de la cinta a rojo con blanco.
Torra respondió señalando que la querella en su contra es una muestra de que la "represión no se detiene" y que agregó que España "es incapaz de tolerar la discrepancia política".