El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el viernes el desembolso de 1.300 millones de dólares a Ucrania para atajar una posible crisis alimentaria.
En concreto, la organización financiera esgrimió que autoridades ucranianas “merecen un crédito considerable” por haber mantenido un grado importante de estabilidad macrofinanciera en estas circunstancias “extremadamente difíciles”, según detalló el organismo en un comunicado.
“Más de siete meses después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, el costo humanitario y económico sigue siendo enorme, lo que genera grandes y urgentes necesidades de financiamiento externo y fiscal”, expresó el FMI, adelantando que el nuevo financiamiento a Ucrania se enmarca dentro del Programa de Alimentos ‘Ventana de Choque’.
El FMI aseveró que Ucrania se enfrenta a riesgos e incertidumbres relacionados con su situación de seguridad, su capacidad de implementación de políticas en todo el país y otros acontecimientos externos.
Es por ello que el Directorio Ejecutivo del organismo manifestó su comprensión por la dificultad añadida para evaluación con suficiente precisión lo que Ucrania requeriría para garantizar la sostenibilidad de su deuda.
Con todo, el FMI calculó que en medio del desplazamiento masivo de la población y la destrucción de viviendas e infraestructura clave, el Producto Interior Bruto (PIB) ucraniano se contraerá en 2022 un 35 por ciento en relación con 2022.
Por este motivo, el organismo anunció su intención de ayudar a satisfacer “las necesidades urgentes” de la balanza de pagos ucraniana, incluso debido a su gran déficit de exportación de cereales. También desempeñará “un papel catalizador” para recolectar un mayor apoyo financiero de los acreedores y donantes de Ucrania.
“El Fondo seguirá colaborando estrechamente con las autoridades ucranianas, con quienes pronto comenzarán las conversaciones para catalizar aún más el apoyo de los donantes y ayudar a allanar el camino hacia el acuerdo de tramo de crédito superior”, dijo el FMI en su escrito.