El insólito impulso en el Capitolio de Texas que había ganado una propuesta de ley más estricta sobre armas de fuego se desvaneció este miércoles después de que los republicanos frenaron la iniciativa para aumentar la edad de compra de fusiles tipo AR, prácticamente garantizando que la legislatura no emitirá ninguna restricción importante al acceso a las armas de fuego pese a nuevas masacres a tiros en el estado.
La medida —que nunca tuvo muchas probabilidades de éxito— tiene ahora muy pocas probabilidades de resucitar luego de que se quedó cerca de ser votada en el pleno de la Cámara de Representantes del estado, lo que obligó a la veloz intervención de los cabilderos de la industria de las armas de fuego.
El inusual avance en Texas de una propuesta para restringir las armas de fuego sacudió al Capitolio el lunes, dos días después de que un sujeto mató a ocho personas en un centro comercial de los suburbios de Dallas con un rifle tipo AR.
Pero la noche del martes, los representantes republicanos dejaron que venciera un plazo y con ello se frenó el avance del proyecto de ley.
“Las familias de Uvalde no fallaron. Los políticos de Texas sí lo hicieron”, tuiteó Kimberly Mata Rubio, cuya hija Lexi, de 10 años, fue una de 19 niños y dos maestras que murieron baleados hace casi un año en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, Texas.
El plazo para llevar la iniciativa a una votación en el pleno de la cámara baja pasó de largo mientras manifestantes gritaban consignas afuera del recinto. Uno de ellos era Brett Cross, quien había estado a cargo de su sobrino Uziyah Garcia, de 10 años, hasta que el estudiante de cuarto grado se convirtió en una de las víctimas de la masacre en Uvalde. Un video publicado en redes sociales muestra a cuatro policías del Departamento de Seguridad Pública de Texas retirando a Cross del Capitolio durante la protesta.
Cross dijo que los policías lo sacaron del Capitolio por gritar. Los funcionarios del Departamento de Seguridad Pública no han respondido a una solicitud de comentarios sobre el incidente. El representante estatal demócrata James Talarico manifestó su preocupación por lo sucedido y tenía previsto buscar más información.
El fracaso de la iniciativa no fue algo inesperado. El gobernador de Texas, Greg Abbott, rechaza desde hace tiempo los llamados para endurecer las leyes de armas de fuego luego de tiroteos masivos en el estado. Lo hizo de nuevo esta semana tras la masacre del sábado en Allen, Texas.
Dos republicanos ayudaron sorpresivamente al avance de la propuesta que habría incrementado de 18 a 21 años la edad legal para comprar armas semiautomáticas. Para los defensores del control de armas de fuego en Texas, eso fue prácticamente un hito.
Pero los grupos que apoyan el derecho a la posesión de armas —que rara vez se ven obligados a adoptar una postura defensiva en el Capitolio en Texas— se movilizaron rápidamente para conjurar cualquier ímpetu a favor de los partidarios del control de armas.
Texas Gun Rights, uno de los grupos más activos, contó con el apoyo de Kyle Rittenhouse, quien baleó a tres personas durante una protesta en Wisconsin en 2020 y posteriormente fue absuelto de homicidio.
Lo sucedido deja de manifiesto cómo cualquier intento de endurecer las leyes de armas de fuego en Texas no está a discusión en la legislatura del estado, la cual ha facilitado en los últimos años el acceso a las armas de fuego después de otras masacres, y no muestra intención de cambiar de parecer. Esto incluye a Abbott, que después de la masacre en Allen, señaló que la salud mental es la causa del problema.
Uno de los republicanos que votó a favor del mencionado proyecto de ley fue el representante estatal Sam Harless, quien representa a un suburbio de fuerte inclinación republicana cerca de Houston. Dijo que no recibió presión alguna de sus colegas por su decisión.
“Voté con el corazón y posiblemente mis electores no son los grupos defensores de las armas”, dijo Harless.
Otro republicano, el representante estatal Justin Holland, también se sumó a los demócratas de la Comisión Selecta sobre Seguridad Comunitaria para conseguir el avance de la medida por votación de 8-5.
En un comunicado en el que defendió su voto, Holland dijo: “No creo en el control de armas”. Subrayó que previamente votó a favor de que Texas retirara el adiestramiento y las revisiones de antecedentes para portar un arma.
Dijo que los testimonios que se presentaron ante la comisión lo convencieron de que una ley que aumente la edad permitida de compra podría ser un “obstáculo importante” para que un joven adquiera ciertas armas semiautomáticas y cause daños.