La presencia de oficiales de la policía en los colegios franceses es una posibilidad cercana. Al menos el gobierno de Emmanuel Macron señaló que no lo descartaba dentro de su plan contra la violencia escolar que presentará el martes ante el Consejo de Ministros.
El recién asumido ministro de Interior francés, Christophe Castaner señaló que no excluye "la presencia física de fuerzas del orden", en "los barrios más difíciles", "en momentos de particular tensión durante el día" y "obviamente con el acuerdo del director de la escuela".
A petición del Presidente Emmanuel Macron, Castaner se reunió con el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer y la titular de Justicia, Nicole Belloubet. El objetivo era buscar medidas luego de dos hechos ocurridos este mes que alertaron a toda la comunidad académica en Francia.
Amenazas con armas
El 4 de octubre, cuatro alumnos de entre 15 y 16 años amenazaron con armas falsas a dos profesores en pleno pasillo de un colegio en la ciudad Le Havre. Pero el caso que detonó la reunión fue un video que se difundió la semana pasada por redes sociales, en donde se ve a un estudiante de 15 años apuntando con un arma (falsa) a su profesora, mientras le dice que lo ponga "presente" en la lista, en un colegio en Créteil, a las afueras de París.
A raíz de estos casos, los profesores franceses han levantado la voz, e incluso han protestado en redes sociales bajo el hashtag #Pasdevague (no te quejes), como una ironía frente al hecho de que no se suele hablar públicamente de la violencia escolar, y que es algo que se prefiere esconder.
"El desafío es proteger, en primer lugar a los estudiantes, a los profesores, pero también, más allá, a las personas; que la sala de clases, establecimiento y su entorno permanezcan lugares sagrados, es una lucha que debemos llevar a cabo", señaló el ministro de Interior.
El "éxito" en Niza
Pero la iniciativa de poner fuerzas policiales en los colegios no es algo nuevo. El exmandatario francés, Nicolas Sarkozy, en 2009, puso el plan en marcha en el departamento francés Altos del Sena (Hauts-de-Seine), sin embargo, "se abandonó el dispositivo porque estos oficiales de policía se sintieron subempleados", explicó a Franceinfo, Anne Wuilleumier, investigadora del Instituto Nacional de Altos Estudios en Justicia y Seguridad (Inhesj).
Incluso, en abril de este año, Niza puso a prueba una medida similar, que según el alcalde de la ciudad, Christian Estrosi, ha sido un "éxito". Se trata de un experimento en tres colegios que comenzaron a contar con presencia de miembros de la policía municipal. La única condición era que los efectivos no estuvieran armados y en el casos más peligrosos, podían llamar a policías armados, con los que tenían contacto directo. El proyecto fue ideado luego del atentado terrorista en esa ciudad, en 2016.
Además de dicha propuesta, que se podrá conocer el martes, el gobierno francés también ha incluido otras medidas. El ministro de Educación mencionó que se pretende tener "informes sistemáticos de los incidentes", incluir "sanciones educativas proporcionales" y fortalecer "los equipos móviles de seguridad que permiten restablecer el orden en una institución".
Para el caso de los alumnos expulsados de sus colegios, el titular de Educación anunció que para los estudiantes de entre 13 a 18 años existirá "la posibilidad de tener instituciones especializadas", con personal educativo, pero también con personal "de origen militar o policial", con el objetivo de "volver a encaminarlos, mostrando el rigor de la ley y los valores de la República".
EE.UU. y los profesores armados
En febrero de este año, el Presidente estadounidense Donald Trump señaló que considerará una propuesta para entrenar y armar a los profesores de los colegios, en un intento por evitar los tiroteos masivos en establecimientos educacionales. Aquel anuncio se dio tan solo días después del tiroteo en un colegio en Florida el 14 de febrero, cometido por un alumnos que dejó 17 víctimas fatales.
Sin embargo, ya hay varios estados que se han adelantado y han destinado parte de su presupuesto en armar a sus profesores. Ese es el caso de Texas, que ya ocupa dicha medida hace más de una década. Lo mismo ocurre en Missouri , Ohio y Utah.
La decisión de estos estados se dio, en su mayoría, luego del tiroteo en 2012 en la escuela Sandy Hook, en Connecticut, que terminó con 26 personas fallecidas.
Concretamente, solo hay seis estados en los que no se pueden introducir armas bajo ningún concepto en un colegio: California, el Distrito de Columbia, Illinois, Massachusetts, Nueva Jersey y Nueva York.