Durante su campaña presidencial, el actual mandatario francés Emmanuel Macron fue blanco de una serie de noticias falsas que buscaban bajar su popularidad frente a su rival del Frente Nacional, Marine Le Pen. Uno de esos "informes" aseguraba que tenía cuentas en las Bahamas y Macron no lo pensó dos veces. Así, de inmediato presentó una demanda legal luego de negarlo.
Un sitio web falso parecido al del diario belga Le Soir, informó que Arabia Saudita estaba financiando la campaña de Macron, sin embargo, Le Soir se distanció por completo del informe. También, el Presidente francés tuvo que negar, a dos meses de las elecciones presidenciales, los rumores que se difundían en portales sobre una "secreta relación homosexual" fuera de su matrimonio con su esposa, Brigitte Trogneux. El rumor señalaba que Macron tenía una relación con el titular de Radio France.
Ante esto, y ahora en el Elíseo, Macron combatirá las noticias falsas que en su momento buscaron perjudicarlo. Lo anunció a principios de enero: "Desarrollaremos nuestro sistema legal para proteger a la democracia de las noticia falsas", señaló el Presidente galo. Durante la campaña, Macron también tuvo duras palabras para Rusia, en especial para los medios financiados por el estado ruso como Sputnik y Russia Today, puesto que se les acusaba de difundir propaganda rusa y noticias falsas. En enero, el mandatario francés presentó en líneas generales la nueva legislación, que según informó la semana pasada la ministra de Cultura Françoise Nyssen, será presentada en los próximos días por la actual mayoría parlamentaria, perteneciente al partido La République En Marche, y que llevará por nombre "ley de fiabilidad y de confianza de la información".
¿Cómo lo hará?
La ministra de Cultura presentó los detalles de la ley que se aplicará en períodos de campaña electoral, con un máximo de cinco semanas antes del escrutinio. Según la ministra, la decisión se justifica debido a la cantidad de noticias falsas que surgieron para la campaña del Brexit, los últimos comicios presidenciales en Estados Unidos y el referéndum en Cataluña. Además, desde París anunciaron que la aplicabilidad podría extenderse a las elecciones municipales y al sector de la salud pública, en particular, con respecto a los engaños de vacunas. "Nuestro tema no es definir qué es una noticia falsa. El objetivo verdadero es su universo, los canales de difusión de las noticias falsas de hoy", explicaron desde el ministerio.
El proyecto de ley contemplará tres mecanismos para combatir las noticias falsas. El primero, en el campo de lo audiovisual, permitirá al Consejo Superior Audiovisual (CSA) "suspender" o incluso "revocar" el convenio de un medio bajo la influencia de un estado extranjero cuando la autoridad considere que difunde noticias falsas. La segunda disposición se referirá a las plataformas digitales Facebook, Twitter y Youtube. Estos sitios, durante el período que comprende el proyecto, estarán obligados a publicar quién y por cuánto dinero el "contenido de información" fue patrocinado, ya que esta práctica le permite a quienes buscan difundir la noticia, hacerla más visible a través de una transacción financiera con las plataformas digitales.
La tercera medida apunta a entregar la herramienta legislativa que permita actuar rápidamente contra la desinformación. Todos los ciudadanos podrán recurrir a un juez para detener la difusión de "noticias falsas". La autoridad judicial deberá determinar si la información en cuestión es de hecho una noticia falsa, cuya definición está fijada por una ley de 1881, que puede multar la difusión de noticias falsas por un máximo de 45.000 euros, sin embargo, la nueva legislación incluye todos los medios de difusión.