Las autoridades francesas anunciaron la prohibición de la venta, la posesión y el transporte de fuegos artificiales de cara a la fiesta nacional del Día de la Bastilla el próximo 14 de julio debido a los disturbios desatados tras la muerte del adolescente Nahel M. a manos de un policía en la ciudad de Nanterre.
El decreto permanecerá en vigor hasta el sábado que viene, día siguiente a la festividad, aunque quedan excluidos organizadores de las exhibiciones profesionales que conmemoran este día.
“Los representantes y residentes con los que me he encontrado estaban bastante nerviosos sobre la posibilidad de que ocurran nuevos incidentes”, explicó la primera ministra del país, Élisabeth Borne, al diario Le Parisien en sus comentarios sobre esta prohibición.
La primera ministra garantizó que los actos estarán protegidos por un gran despliegue policial debido a los disturbios de los últimas semanas.