El sur de California se preparaba para vientos más peligrosos el miércoles a medida que estallaban nuevos incendios forestales en toda la región, que continúa lidiando con los grandes siniestros que han devastado las comunidades de Los Ángeles.
Los meteorólogos advirtieron que los fuertes vientos azotarían el sur de California durante al menos dos días más. Los vientos habían amainado un poco el martes por la tarde después de alcanzar un máximo de 96 km/h en muchas zonas, pero las ráfagas volverían este miércoles, dijo Ryan Kittell, meteorólogo de la oficina del Servicio Meteorológico Nacional de Los Ángeles. El presidente Donald Trump tiene previsto visitar el sur de California el viernes, informó The Associated Press.
Los fuertes vientos pronosticados en un clima aún seco marcan el fin de una pausa en las peligrosas condiciones de alto riesgo de incendio, que habían permitido a los bomberos de la asediada ciudad contener en gran medida los desastrosos incendios que han quemado miles de hogares. Los siniestros han matado al menos a 28 personas y destruido más de 17.000 estructuras desde que estallaron durante los fuertes vientos del martes 7 de enero.
Cerca del mediodía de aquel fatídico día, la exproductora ejecutiva de Hollywood Beth Broday (73) y su esposo se preparaban para ir a dejar al aeropuerto a su hija, cuando Beth entró al living de su casa y sintió el olor a humo en su hogar, ubicado en las colinas de Pacific Palisades, la zona costera al oeste de la ciudad de Los Ángeles (LA). “Olía raro. Pensé que a mi esposo se le habían quemado unas tostadas”, recuerda Beth en conversación con La Tercera.
“Entonces, salí a la entrada de nuestra casa y miré hacia las colinas y justo encima de nuestra casa había mucho humo. Y luego se volvió naranja”, cuenta a este medio quien vivía en Bienveneda Avenue, la zona norte del vecindario Palisades hasta el pasado 7 de enero, cuando comenzaron los incendios forestales. Broday llamó a su hija y le dijo que fuera a ver lo que estaba ocurriendo. “Ella me miró y simplemente dijo ‘tenemos que salir de aquí ahora’”, recuerda. Luego, los tres abandonaron su hogar y bajaron la colina en auto.
“Nos tomó tres horas llegar hasta la calle principal. Porque había tanta gente tratando de salir. Llegamos a la calle principal y luego tuvimos que seguir bajando hacia el océano. Y estaba lleno de humo y escombros, de piedras, cenizas y ramas de árboles que volaban”, relata. La familia debió atravesar el downtown (el centro urbano) de Palisades para llegar a la casa de Gustavo Bulgach (58), un músico argentino que vive desde 1993 en Venice Beach, a unos 10 km al sur de Palisades.
Bulgach les dio refugio temporal a Beth y su hija. Su esposo debió quedarse con un amigo en Brentwood. “No estamos juntos, pero estamos a salvo. No te puedes imaginar la sensación de tener que salir corriendo de tu casa sin ropa, sin papeles, sin medicamentos. Sin nada, sin tus pertenencias. Es difícil poner en palabras la devastación de perder tu ciudad entera. Nunca he experimentado algo así. Y ahora todo el mundo está intentando desesperadamente encontrar a sus amigos y a sus vecinos”, dice Broday a este medio.
“Los supermercados. Las tintorerías. El Starbucks. Todo. La ciudad entera ha desaparecido”, detalla sobre el barrio en que vive la gente del mundo del espectáculo. “Es un barrio exclusivo y es el lugar más bonito del sur de California. Es absolutamente hermoso y me ha encantado vivir en esta comunidad durante tanto tiempo. Es mi hogar”, explica al teléfono la exproductora, quien trabajó con gigantes de la industria como Disney, Warner Records y MTV, y artistas como Prince, Michael Jackson y Aretha Franklin.
Entretenimiento paralizado
Desde un hotel en pleno barrio de Hollywood, el diseñador de moda ítalo-argentino Roberto Piazza (65) cuenta a La Tercera que “hay un ánimo de angustia, de depresión. Mucha gente perdió todo: su casa, su auto y sus negocios. Psicológicamente va a afectar mucho a toda la gente que vive acá, a toda la gente que trabaja. Todas las filmaciones de películas y series de televisión se detuvieron. Lo único que se ve en televisión son noticias del incendio”.
“Esto no perdonó a nadie, fue como una especie de tsunami de fuego. Nunca había pasado algo así en toda la historia de Hollywood”, dice el diseñador. Lo bueno, según los consultados por La Tercera, es que la ayuda para los afectados abunda y ha sido rápida en llegar. “Acá la ciudad se ha convertido en una especie de campamento gigante para ayudar a los necesitados”, dice el músico Bulgach.
Según cuenta Piazza desde el hotel, a una cuadra del Teatro Chino (muy cerca de donde se entregan los Oscars), “los mismos artistas están haciendo colectas, organizando colectas de ropa y donando plata. Muchos de ellos donaron millones y millones de dólares. Hay una gran ayuda. El que no, el que tiene dinero, se fue a hoteles o se trasladó hacia el lado de Disney, que por suerte, no fue afectado. A mí me asombró que hasta los mexicanos vinieron a ayudar a la comunidad latina. Así que, se está ayudando bastante. Acá, el peor enemigo es el viento”.
Contención de siniestros
Los bomberos siguen trabajando para extinguir el incendio de Eaton, que ha causado destrozos en Altadena, Pasadena y Sierra Madre, y el incendio de Palisades, que ha azotado Pacific Palisades, Malibu y los cañones de Topanga y Mandeville. Han tenido que hacer frente a los vientos y a la baja humedad.
Según informó el diario Los Angeles Daily News, el incendio de Eaton estaba contenido en un 91% hasta la mañana de este miércoles, frente al 89% del martes. Los equipos aumentaron la contención del incendio de Palisades al 68%, frente al 65% anterior. La contención es el porcentaje del perímetro del incendio bloqueado por el trabajo de los bomberos o barreras naturales como el océano o las rocas.
Una advertencia de bandera roja, lo que significa que las condiciones meteorológicas son tales que favorecen los incendios, está vigente en gran parte del condado de Los Ángeles hasta las 8 p.m. de este jueves. El Servicio Meteorológico Nacional dijo que se espera un aumento de los vientos el miércoles por la noche y un peak el jueves por la mañana antes de amainar.
Las evacuaciones obligatorias estaban afectando a unos 14.750 residentes que aún tienen casas, y un toque de queda desde las 6 p.m. hasta las 6 a.m. todavía estaba vigente para esas franjas, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna.
“Un tema político”
Los incendios suelen estallar en las zonas boscosas de los límites de Los Ángeles todo el tiempo, muchos de ellos provocados involuntariamente por personas sin hogar, y casi nunca se convierten en un incendio destructivo debido a la falta de vientos fuertes, aseguran los medios locales. Pero esta vez, la combinación de vientos feroces y un paisaje reseco creó las condiciones ideales para que se propagaran las llamas que han consumido grandes franjas de Los Ángeles.
Y mientras las colinas de matorrales de Los Ángeles siguen ardiendo después de varios días, algunos han acusado a los políticos de administrar mal los recursos y empeorar los incendios. El presidente Trump culpó directamente al gobernador de California, Gavin Newsom, un demócrata, de quien dijo es responsable del difícil suministro de agua de Los Ángeles.
Otros han culpado a la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, por recortar el presupuesto del departamento de bomberos de la ciudad. La falta de agua para los carros de los bomberos ha sido citada como una de las razones de la larga duración de los incendios. Para los consultados por La Tercera, la causa tiene que ver más con el cambio climático que con posibles intencionalidad humana. Aun así, “esto ya se transformó en un tema político”, critica Piazza.
“A mí personalmente, no me importa el juego de las culpas. Esto es el cambio climático. Esto es un acto de Dios, una fuerza, un acto de la naturaleza. ¿Quién sería responsable de algo así?”, cuestiona Broday.
“Ahora mismo estamos en la temporada de lluvias en California. Se supone que este es el momento en el que llueve. No hemos tenido lluvia durante unos tres meses y probablemente no tendremos más lluvia hasta febrero. Estamos en una temporada muy seca en este momento y estos son vientos sin precedentes para Los Ángeles”, comenta a La Tercera Kemal Baser (17), estudiante senior de la Escuela Secundaria Fairfax.
Impacto en la clase media
El denso humo llegó hasta Fairfax, otro vecindario ubicado en el centro de Los Ángeles y que está cerca de Hollywood y Beverly Hills. “La gente habla mayormente de las celebridades porque son parte de la cultura de LA. Pero partes de Palisades y partes de Altadena también son de clase media. Mucha gente de clase media también vive allí, especialmente, especialmente Altadena”, destaca el estudiante senior de Fairfax, cercana a la frontera con West Hollywood.
“Podía ver desde mi ventana más allá de Beverly Hills, hasta las colinas que había detrás. Y podía ver el fuego desde allí, especialmente de noche. No he podido abrir las ventanas porque ya había llegado el humo. Todo el cielo estaba cubierto, incluso a kilómetros del incendio de Palisades”, cuenta el estudiante, que al momento de hablar con La Tercera ocupaba una mascarilla K95 para protegerse del denso aire.
“Había momentos en que ya había tanto humo que ya ni siquiera se podía ver el fuego. El humo oscurecía el fuego mismo”, describe. En su escuela, todos intentan fingir normalidad. “Algunos niños no se han presentado, algunos profesores están ausentes. Tuve un sustituto en una de mis clases. Sé a ciencia cierta que hay personal y estudiantes aquí que se han visto afectados por los incendios. A un profesor se le quemó la casa en Altadena”, señala.
Las clases en todo el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles fueron canceladas debido a los incendios, pero los alumnos debieron volver a las escuelas la semana siguiente. “La mayoría de los niños tuvieron que evacuar temporalmente. Fue una experiencia abrumadora para mucha gente. Todos están cansados. No veo a nadie sonriendo o lo que sea, todos se ven miserables en este momento”, dice Baser.
Y agrega: “Creo que el hecho de que tengamos que volver a la escuela de inmediato es estúpido y una muy mala idea, especialmente porque todavía tenemos condiciones críticas de incendio. Así que todavía podría ocurrir un incendio. Y ya volvimos a la escuela antes de que nadie tenga tiempo de recomponerse o lamentarse. Es realmente irresponsable”.