Yocheved Lifshitz es una mujer de 85 años y es una de las rehenes que Hamas liberó el día de ayer. Esta jornada y para dar su testimonio de los hechos, Lifshitz realizó una conferencia de prensa desde el Centro Médico Sourasky en Tel Aviv (Israel), relatando cómo fueron las últimas dos semanas de su vida, luego de que el grupo extremista la secuestrara y la mantuviera como rehén en Gaza.
Según su relato en hebreo - que fue traducido por su hija y consignado por CNN - atravesó “un infierno” en Gaza.
“Fue difícil, pero superaremos esto”, afirmó.
“Fui secuestrada en una motocicleta, de lado, mientras manejaban hacia Gaza”, sostuvo, mientras su hija explicaba que la cabeza de su madre estaba recostada en un lado de la motocicleta mientras su cuerpo colgaba del otro. “Fue doloroso. Nos trajeron a un portón. Estaba de lado en la motocicleta. Tengo moretones por el viaje”.
La golpearon con palos, y tras esto, fue llevada a túneles subterráneos.
“Caminaron por un par de kilómetros en tierra húmeda”, tradujo la hija de Lifschitz. “Hay una gran, gran red de túneles subterráneos. Parece una telaraña”.
Según relató Lifschitz, en el lugar habían doctores y paramédicos esperando recibirlos. Tras ser inicialmente agrupada con otros 25 individuos, Lifschitz indicó que fue puesta en un grupo más pequeño con otras cinco personas de un kibutz cercano al de ella.
“Cuando llegamos allí, las personas nos dijeron que ellos creían en el Corán y que no nos harían daño, y que tendríamos las mismas condiciones que ellos tenían en los túneles”, relató Lifschitz.
“Habían guardias y un paramédico y un doctor que procuraron que tuviéramos los medicamentos que necesitábamos” sostuvo, explicando que ellos “cuidaron de lo sanitario para que no se enfermaran”.
Sobre sus condiciones en el lugar, la mujer indicó que durmieron en colchones, y describió que los túneles tenían mucha humedad.
En cuanto a su captura y el ataque a manos de Hamas, Lifschitz acusó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de no tomar en serio las amenazas realizadas por Hamas.
“La falta de conocimiento por parte del Shin Bet (la Agencia de Seguridad de Israel) y de las FDI nos perjudicó mucho”, dijo. “Nos avisaron tres semanas antes, quemaron campos, enviaron globos incendiarios y las FDI no lo tomó en serio”.
Liftschitz fue liberada durante la jornada de ayer junto a su vecina y amiga Nurit Cooper, de 79 años. Ambas residentes del kibutz Nir Oz, desde donde fueron secuestradas el pasado 7 de octubre cuando milicianos de Hamas irrumpieron en el asentamiento.