Cientos de personas, muchas de familias sin techo que vivían en tolderías improvisadas, fueron desalojadas por la policía en medio de enfrentamientos, del predio Guernica que ocupaban desde julio en la principal toma de tierras ocurrida durante la pandemia en Argentina.
Un fallo emitido por la jueza de segunda instancia María Carolina Castagno ordenada que las miles de familias que vivían de manera improvisada en el terreno fueran desalojadas la policía, quienes llegaron de madrugada para hacer cumplir la orden judicial.
Cerca de 4 mil uniformados llegaron hasta el lunes y derribaron las casillas, míseros refugios de palos y plásticos que ardieron en fogatas en medio de escenas de pánico y furia.
Los desalojados resistieron con piedras y proyectiles y la policía los dispersó con disparos de balas de goma y gases en choques que duraron varias horas.
Desde fines de julio, familias sin techo habían empezado a instalarse en este predio de unas 100 hectáreas del barrio de Guernica, en la periferia sur de Buenos Aires que llegó a albergar a 2.500 familias, aunque muchas habían aceptado irse.
“Me quemaron todo”
Columnas de fuego y humo se mezclaban con los gases lacrimógenos en medio de escenas de llanto y desesperación de los ocupantes, la mayoría familias.
Algunos huyeron, munidos de chapas a modo de escudo. Las calles de tierras del barrio sirvieron de improvisadas barricadas y quedaron regadas de proyectiles tras el desalojo.
El fuego destruyó la mayoría de las casillas y el resto fue derribado por topadoras policiales en medio de una lluvia de piedras, palos y botellazos de los desalojados.
“Me quemaron todo, quiero que me devuelvan mis cosas, estoy con mucha bronca, los policías me pegaron a mí y a mi marido”, contó AxiVillafuente, una cartonera de 24 años.
“Salimos con la ropa puesta (...) nos ofrecieron ir a un albergue pero nosotros no queremos ir, queremos estar acá, estaremos en la calle y volveremos a entrar”, cuenta Marisa, una empleada doméstica que se quedó sin trabajo por el aislamiento obligatorio que rige desde el 20 de marzo por la Covid-19.
La ocupación del predio se había iniciado en desafío a la justicia, pero también en el peor momento de la pandemia que ha causado más de un millón de contagios en Argentina y 30 mil fallecidos.
En los últimos años, las tomas de tierra se multiplican en el país vecino en recesión desde 2018 y con 40,9% de sus 44 millones de habitantes en la pobreza.
Buenos Aires, con 15 millones de habitantes, es la provincia más poblada del país y la más rica, pero también la de mayores contrastes, pues casi uno de cada dos habitantes es pobre.
Según el gobierno de la provincia de Buenos Aires, a comienzos de octubre había 80 procesos judiciales por tomas de tierra. Las autoridades hacían intentado negociar por meses con los ocupantes del lugar para trasladarlos a otra lugar y una ONG había ingresado un recurso de ampara para detener el desalojo.
El Ministerio Publico informó que al menos unas 35 personas fueron sido detenidas durante el operativo.