Las fuerzas israelíes bombardearon los campos de refugiados palestinos en el centro de Gaza y emitieron órdenes para que los residentes evacuaran el martes, señales de que el ejército planea expandir su ofensiva terrestre a otra parte del asediado enclave. El principal proveedor de telecomunicaciones de Gaza, Paltel, anunció otra “interrupción total” de los servicios.
Una potencial nueva zona de batalla amenaza con una nueva destrucción en una guerra que el ejército de Israel ha dicho que durará “muchos meses”, a medida que promete aplastar al grupo militante gobernante Hamas después de su ataque del 7 de octubre. Las fuerzas israelíes han estado involucradas en intensos combates urbanos en el norte de Gaza y en la ciudad sureña de Khan Younis, lo que ha obligado a los palestinos a zonas cada vez más pequeñas en busca de refugio.
A pesar de la presión internacional para un alto el fuego y los pedidos de Estados Unidos de menos víctimas civiles, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dice que la lucha “no está cerca de terminar”.
La ofensiva de Israel es una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente. Más de 20.900 palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños, han sido asesinados, según el Ministerio de Salud de Gaza. El martes por la tarde, dijo que 240 personas habían sido asesinadas en las últimas 24 horas.
“Estamos gravemente preocupados por el continuo bombardeo de Gaza Central por parte de las fuerzas israelíes, que se ha cobrado más de 100 vidas palestinas desde Nochebuena”, dijo la oficina de derechos humanos de la ONU, señalando que Israel había ordenado a algunos residentes trasladarse a la zona.
En respuesta a lo que durante mucho tiempo ha considerado críticas desproporcionadas de la ONU, Israel dijo que ya no otorgaría visas automáticas a los empleados de la ONU y acusó al organismo mundial de ser “socios cómplices” de las tácticas de Hamas. El portavoz del gobierno, Eylon Levy, dijo que Israel consideraría las solicitudes de visa caso por caso. Eso podría limitar aún más los esfuerzos de ayuda en Gaza.
Los residentes del centro de Gaza describieron una noche de bombardeos y ataques aéreos que sacudieron los campamentos de Nuseirat, Maghazi y Bureij, que son ciudades urbanizadas que albergan a palestinos expulsados de sus hogares en lo que hoy es Israel durante la guerra de 1948, junto con sus descendientes. Los campos ahora están llenos de personas que huyeron del norte.
“El bombardeo fue muy intenso”, dijo Radwan Abu Sheitta, un maestro, por teléfono desde Bureij.
Por la tarde, el ejército israelí ordenó a los residentes que evacuaran una franja de territorio del ancho del centro de Gaza, incluido Bureij, instándolos a trasladarse a la cercana Deir al-Balah. El brazo militar de Hamas, las Brigadas Qassam, dijo que sus combatientes atacaron dos tanques israelíes al este de Bureij. Su informe no pudo ser confirmado de forma independiente, pero sugirió que las fuerzas israelíes se estaban acercando al campamento.
Desplazamiento regional
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que Israel enfrenta una “guerra en múltiples arenas” desde siete frentes diferentes: Gaza y Cisjordania, Líbano, Siria, Irak, Yemen e Irán. “Hemos respondido y actuado ya en seis de ellos”, dijo al Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset.
A lo largo de la guerra, los grupos de milicias respaldados por Irán en toda la región han intensificado los ataques en apoyo a Hamas.
Las milicias respaldadas por Irán en Irak llevaron a cabo un ataque con aviones no tripulados contra una base estadounidense en Irbil, en el norte de Irak, el lunes, hiriendo a tres militares estadounidenses, uno crítico, según funcionarios estadounidenses. En respuesta, aviones de combate estadounidenses atacaron antes del amanecer tres lugares en Irak conectados con una milicia importante, Kataib Hezbolá.
Un ataque israelí el lunes golpeó un barrio de la capital siria, Damasco, y mató al general Seyed Razi Mousavi, asesor del gobierno iraní. Guardia Revolucionaria paramilitar, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El ejército de Israel no hizo comentarios.
Casi a diario, Hezbolá e Israel intercambian misiles, ataques aéreos y bombardeos a través de la frontera entre Israel y el Líbano. En el lado libanés han muerto unas 150 personas, en su mayoría combatientes de Hezbolá y otros grupos, pero también 17 civiles. Al menos nueve soldados y cuatro civiles han muerto en el lado israelí.
En el mar Rojo, los ataques de los rebeldes hutíes en Yemen contra barcos comerciales han perturbado el comercio y han provocado una operación naval multinacional liderada por Estados Unidos para proteger las rutas marítimas.
Ofensiva de ampliación en Gaza
Más del 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido expulsados de sus hogares. Deir al-Balah y Rafah, en el sur de la frontera con Egipto, se han visto abrumadas por personas desplazadas, incluso cuando Israel las bombardea.
Funcionarios de la ONU dicen que una cuarta parte de la población de Gaza muere de hambre bajo el asedio de Israel, que sólo permite la entrada de alimentos, agua, combustible, medicinas y otros suministros.
Un ataque del martes afectó a una casa en Mawasi, una zona rural de la provincia de Khan Younis que Israel declaró zona segura. Una mujer murió y al menos otras ocho resultaron heridas, según un camarógrafo que trabaja para The Associated Press en el hospital cercano.
En respuesta, el ejército de Israel dijo que no se abstendría de operar en zonas seguras “si identifica actividad de una organización terrorista que amenace la seguridad de Israel”.
La semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió acelerar inmediatamente las entregas de ayuda a Gaza, pero ha habido pocas señales de cambio. La ONU dice que muchas zonas están aisladas por los combates.
Israel ha prometido eliminar las capacidades de Hamas en Gaza después de su ataque en el sur de Israel el 7 de octubre que mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomó como rehenes a otras 240. Israel pretende liberar a los más de 100 rehenes que permanecen en cautiverio.
Israel culpa a Hamas por la elevada cifra de muertes de civiles en Gaza, citando el uso que hacen los militantes de zonas residenciales abarrotadas y túneles. Israel también dice que ha matado a miles de militantes, sin presentar pruebas.
En el cruce fronterizo de Kerem Shalom, los trabajadores médicos de la ONU y de Gaza recibieron un camión que transportaba unos 80 cuerpos no identificados que habían sido retenidos por las fuerzas israelíes en el norte de Gaza. Fueron trasladados a las autoridades locales para su entierro. Los trabajadores médicos calificaron los olores como insoportables.
“No podemos abrir este contenedor en un barrio donde vive gente”, dijo a la AP el doctor Marwan al-Hams, director del comité de emergencia sanitaria en Rafah. Dijo que los ministerios de Salud y Justicia investigarían los cuerpos por posibles “crímenes de guerra”.
En el norte, las tropas se están centrando en el barrio de Daraj Tufah, en la ciudad de Gaza, que se cree que es uno de los últimos bastiones de Hamas en la zona, según informes de corresponsales militares israelíes, que reciben información de los comandantes del ejército.
Los informes dicen que el ejército tiene como objetivo destruir aproximadamente el 70% de la infraestructura de Hamas, dejando el resto para futuras operaciones durante las fases de combate de menor intensidad.
Los combatientes de Hamas han demostrado resiliencia. El ejército israelí anunció la muerte de dos soldados más, elevando el total de muertos en la ofensiva terrestre a 158.
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