Se espera que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se declare culpable esta semana de violar la ley de espionaje estadounidense, en un acuerdo que podría poner fin a su encarcelamiento en Gran Bretaña y permitirle regresar a Australia, dijeron fiscales estadounidenses.

Los fiscales estadounidenses dijeron en documentos judiciales que Assange, de 52 años, acordó declararse culpable de un solo cargo penal de conspiración para obtener y revelar documentos clasificados de la defensa nacional de Estados Unidos, según documentos presentados ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para las Islas Marianas del Norte.

Está previsto que Assange sea sentenciado en una audiencia en la isla de Saipan a las 9 a.m. hora local del miércoles. Es probable que se le acredite el tiempo que ya cumplió y no se enfrente a una nueva pena de cárcel.

En 2010, WikiLeaks publicó cientos de miles de documentos militares estadounidenses clasificados sobre las guerras de Washington en Afganistán e Irak -las violaciones de seguridad más grandes de su tipo en la historia militar estadounidense- junto con franjas de cables diplomáticos.

Assange fue acusado durante la administración del expresidente Donald Trump por la divulgación masiva de documentos secretos estadounidenses por parte de WikiLeaks, que fueron filtrados por Chelsea Manning, una exanalista de inteligencia militar estadounidense que también fue procesada bajo la Ley de Espionaje.

Muchos defensores de la libertad de prensa han argumentado que acusar penalmente a Assange representa una amenaza a la libertad de expresión.

El tesoro de más de 700.000 documentos incluía cables diplomáticos y relatos del campo de batalla, como un video de 2007 de un helicóptero Apache estadounidense disparando contra presuntos insurgentes en Irak, matando a una docena de personas, incluidos dos empleados de noticias de Reuters. Ese video fue lanzado en 2010.

Los cargos contra Assange provocaron indignación entre sus muchos partidarios globales que durante mucho tiempo han argumentado que Assange, como editor de Wikileaks, no debería enfrentar cargos típicamente utilizados contra empleados del gobierno federal que roban o filtran información.

Muchos defensores de la libertad de prensa han argumentado que acusar penalmente a Assange representa una amenaza a la libertad de expresión.

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, hace un gesto mientras habla en el balcón de la Embajada de Ecuador en Londres, el 19 de mayo de 2017. Foto: Archivo

Assange fue arrestado por primera vez en Gran Bretaña en 2010 con una orden de arresto europea después de que las autoridades suecas dijeran que querían interrogarlo sobre acusaciones de delitos sexuales que luego fueron retiradas. Huyó a la embajada de Ecuador, donde permaneció siete años, para evitar la extradición a Suecia.

Lo sacaron a rastras de la embajada en 2019 y lo encarcelaron por saltarse la libertad bajo fianza. Desde entonces ha estado en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh en Londres, desde donde ha estado luchando durante casi cinco años contra la extradición a Estados Unidos.

Mientras estuvo en Belmarsh se casó con su pareja Stella con quien tuvo dos hijos mientras estuvo refugiado en la embajada de Ecuador.