Tras días de intensa búsqueda por parte de 300 efectivos de rescate, en horas de la madrugada del sábado fue encontrado el cadáver del pequeño Julen, que el pasado 13 de enero cayó en un pozo de 110 metros de profundidad en Totalán, al sur de España. Este domingo se realizó el funeral del pequeño, en un sector cercano a su hogar.
En un clima marcado por el respeto y la participación de gran parte de la población de El Palo, el niño de dos años fue enterrado junto a su hermano, quien también falleció en 2017 con solo tres años debido a causas de muerte súbita. En las puertas del velatorio, se congregaron cientos de personas para despedir a Julen, junto a diferentes personalidades y presencia de los medios de comunicación han acompañado este proceso.
Tras el acto religioso, José Roselló, el padre del menor salió a recibir las muestras de cariño y agradeció a los asistentes por su prencia.
Cabe destacar que la autopsia se llevó a cabo en la mañana del sábado, y el resultado será comunicado al juez que investiga el caso.
La aparición del cuerpo en este pozo de 71 metros llevará a la Guardia Civil a comenzar el proceso legal para dictaminar las razones que llevaron a este infante a perder la vida en extrañas condiciones.