Con carteles aludiendo al movimiento #MeToo y la luces de sus celulares encendidas, miles de personas se sumaron a una nueva jornada de manifestación en Hong Kong exigiendo que las denuncias de violencia sexual de parte de la policía local contra las mujeres que participan de las protestas en contra de la administración de Carrie Lam sean escuchadas y los culpables sean sancionados.

De acuerdo a los organizadores la movilización convocó a 30 mil personas, mientras que los uniformados contabilizaron 11.500 participantes.

La marcha también buscaba solidarizar con las personas que han sido despedidas de sus trabajos supuestamente por ser parte de las marchas.

Por otro lado, este jueves el ejército chino envió tropas a Hong Kong para una rotación que califica de rutinaria, dos días antes de una manifestación que fue prohibida por la policía bajo el argumento de que podría degenerar en violencia.

Decenas de camiones y vehículos blindados transportaron durante la noche a soldados desde China continental hasta la región administrativa especial de Hong Kong, según imágenes difundidas por la televisión estatal china.

Se trata de una "rotación anual normal" de las tropas del Ejército Popular de Liberación, indicó la agencia Xinhua. El ejército chino cuenta con varios miles de soldados en Hong Kong desde la retrocesión de la excolonia británica a China en 1997.

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