Puede que el plato principal de su encuentro fuera la desnuclearización, pero Donald Trump y Kim Jong Un también iban a disfrutar este martes de un cóctel de gambas, cerdo crujiente o un helado de vainilla durante el almuerzo de su histórica cumbre.
De entrante, el Presidente de Estados Unidos, el líder de Corea del Norte y sus equipos podían saborear un cóctel de gambas, una ensalada de mango verde y de pulpo y una especialidad coreana, el "oiseon", pepino relleno.
El menú incluye de plato principal carne de buey confitada con salsa de vino y 'gratin dauphinois' y bimis; una "mezcla" de cerdo crujiente con salsa agridulce y arroz frito chino, y bacalao a la brasa o "daegu jorim".
Y por último, de postre ambos líderes podían comer una tartaleta de chocolate negro, helado de vainilla y su coulis de cereza.
El menú es una mezcla de platos occidentales y asiáticos para contentar a las dos delegaciones.