Los brasileños irán de nuevo a las urnas el 30 de octubre para definir quién, de entre el Presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, será el nuevo mandatario. La votación en favor de Bolsonaro ha sorprendido a todos y define mucho de lo que será la vida política del país, independientemente de quién gane.

Gaspard Estrada, Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC) de la Universidad Sciences Po, en París, analiza los resultados de la elección.

“Es un resultado que pocos esperaban, no tanto por el resultado del expresidente Lula, que está en línea con la historia electoral de Brasil y la historia particular de los candidatos del Partido de los Trabajadores (PT) en primera vuelta, pero yo creo que lo que hubo fundamentalmente fue un fenómeno de voto útil hacia el Presidente Jair Bolsonaro, en particular en los tres principales colegios electorales del país, es decir Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro”, señala Estrada.

“Se observa en los electores que antiguamente estaban deseando votar por candidatos de la tercera vía, es decir del centro, Simone Tebet y Ciro Gomes, y que esa migración de votos le permitió a Jair Bolsonaro sorprender en esta primera vuelta y, de manera más general, consolidar una tendencia en Brasil conservadora, que le permitió al partido del actual presidente obtener el primer grupo parlamentario en el Congreso, en la Cámara de Diputados, con 99 diputados”, agrega.

Electores llegan a un centro de votación durante las elecciones generales en Brasilia, el 2 de octubre de 2022. Foto: AP

El expresidente Lula da Silva saca 6 millones de votos más que el actual mandatario Jair Bolsonaro, pero éste obtiene cerca de 2 millones más de votos con respecto a la elección del 2018. Hay una verdadera progresión de la corriente bolsonarista...

Sin duda, visiblemente el electorado de Bolsonaro se está implantando en Brasil, no es algo pasajero. Tomo nota de los resultados a nivel estatal y a nivel de las elecciones legislativas con este muy buen desempeño de los partidos de la mayoría presidencial, y a nivel estatal victorias muy significativas como en el caso de Río de Janeiro en el cual el gobernador Claudio Castro, a pesar de todos los escándalos de corrupción, de los problemas de seguridad logra relegirse en primera vuelta. El Partido de los Trabajadores de Lula tiene mejoras, aumenta su bancada en la Cámara de Diputados, aumenta su bancada en el Senado, tiene dos gobernadores electos en primera vuelta, pero no es de ninguna manera la marea roja que se esperaba y desde ese punto de vista el resultado electoral de la izquierda brasileña es mucho más modesto que lo que preveían las encuestas.

De aquí al 30 de octubre, cuando se realizará la segunda vuelta, sin duda el país estará viviendo una gran polarización; ha habido violencia como pocas veces en una campaña electoral. El propio presidente Bolsonaro acudió a votar con un chaleco antibalas. ¿Qué se puede esperar de aquí a esa fecha?

Mucha polarización, mucho debate, pero de bajo nivel, se pueden temer con actos de violencia. Yo creo que el Presidente Bolsonaro está dispuesto a todo con tal de preservar la presidencia. A partir del momento en que las tendencias le han ido mejor de lo previsto, misteriosamente dejó de criticar el resultado electoral en las urnas, sin embargo, no podemos excluir que esto vuelva a parecer si el actual jefe del Ejecutivo pierde la elección presidencial. Yo me espero a cuatro semanas extremadamente duras para la democracia brasileña que serán fundamentales para definir su futuro.

Un hombre pasa junto a materiales de campaña presidencial que representan a Lula y Bolsonaro en Brasilia, el 23 de septiembre de 2022. Foto: Reuters

Evocaba usted los resultados que obtiene el Partido de los Trabajadores en el Congreso a nivel de gobernaciones, pero no hay duda que éste será un Congreso dominado por una derecha mucho más radical, hay seis exministros de Bolsonaro que ingresan al Parlamento e incluso el juez Sergio Moro y el procurador Dalton Dallagnol, que procesaron a Lula da Silva, hacen también su entrada al Congreso.

Sin duda alguna, en la hipótesis de un gobierno de Lula, los márgenes de maniobra no serán algo fácil para que el presidente gobierne Brasil con un Congreso tan conservador, donde la presencia de personas como Dalton Dallagnol o Sergio Moro no van a tener un rol constructivo en un eventual gobierno de Lula. Entonces, me parece que las condiciones de gobernabilidad en Brasil serán de nueva cuenta muy complejas, incluso en la hipótesis de un gobierno de Lula.

Seguidores de Lula reaccionan a los resultados parciales luego del cierre de las urnas para las elecciones generales en Río de Janeiro, el 2 de octubre de 2022. Foto: AP

Las encuestas antes de la primera vuelta señalaban que una mayoría de hombres darían su voto a favor del Presidente Bolsonaro, del orden del 44% contra 37% para Lula, y que era en base al voto de las mujeres que se podría definir la victoria del expresidente Lula da Silva. ¿Pero cuál ha sido el resultado, si se conocen, de esos más de 2 millones de jóvenes que por primera vez participaron en las elecciones?

Todavía no tenemos los datos del día de la elección, los datos que tenemos son del Tribunal Superior Electoral. Las encuestadoras están terminando este tipo de análisis. Pero a mí me parece que donde está la llave para entender lo que pasó ayer (domingo) y sobre todo entender la sorpresa, se encuentra en particular en los tres principales colegios electorales de Brasil, Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, donde el Presidente Jair Bolsonaro se fue mucho más allá de lo previsto. Es ahí donde se va a decidir el futuro de Brasil.

¿Habrá Bolsonaro después de las elecciones del 30 de octubre?, ¿habrá bolsonarismo en la vida política de Brasil?

Sin duda alguna, creo que esa es una de las principales lecciones de esta primera vuelta, y la pregunta es cómo se comportará este bolsonarismo en caso que Lula gane la elección y haya un traspaso de gobierno.