El general Heleno, de instructor de Bolsonaro a su futuro ministro
El general retirado, que ocuparía la cartera de Defensa, estuvo al mando de la Fuerza de Paz de la ONU en Haití.
"Llegó la hora de que Brasil se una, de virar la página del pasado (…), necesitamos políticos honestos y patriotas, tengo la seguridad que seremos una gran nación". Ese fue el mensaje con que Jair Bolsonaro dio inicio oficial a comienzos de octubre, en un spot publicitario, a la campaña hacia el balotaje que lo llevó a la presidencia. Políticos "honestos y patriotas" entre los que el candidato ultraderechista incluye a Augusto Heleno Ribeiro Pereira, el general retirado que se convertirá en su eventual ministro de Defensa.
"Soy un admirador del Presidente Trump. El quiere un Estados Unidos grande; yo quiero un Brasil grande", señaló Bolsonaro esa semana. El excapitán del Ejército, que insiste en verse en el espejo del mandatario norteamericano, no escondía su intención de rodearse de uniformados antes de llegar al Palacio de Planalto, tal como lo ha hecho el republicano, quien se rodeó de militares de alto rango para "poner orden" en la Casa Blanca. En una entrevista con el diario O Globo, el presidente del PSL, Gustavo Bebianno, precisó que esa presencia militar no será una anécdota en un eventual gabinete de Bolsonaro. Habrá "cuatro o cinco" generales en los 15 ministerios que van a componer la estructura de su gobierno, afirmó.
Y en esa estructura Heleno ocupa un rol clave. El general retirado es uno de los hombres del entorno de Bolsonaro y su nombre llegó a ser citado como posible candidato a vicepresidente. "Tengo una gran conexión con Bolsonaro. En el actual marco político, no hay nadie mejor que él", aseguró en una entrevista en febrero, en la cual el militar destacó que una de las virtudes del nuevo Mandatario es su voluntad de "romper con el ciclo del toma y dame, que llega a ser asqueroso".
Nacido en Curitiba, en 1947, Heleno inició su carrera como cadete en 1964, año en que comenzó el régimen militar en Brasil. En la década siguiente comenzaron los lazos con Bolsonaro. Ambos se conocieron en los años 70 en la Academia Militar de Agujas Negras, en Resende (Río de Janeiro). En esa época, el Presidente era cadete y el futuro ministro entrenaba al equipo de pentatlón. Según el diario Gazeta do Povo, Heleno es el general en quien Bolsonaro más confía. En su entorno dicen que es una "relación de padre e hijo".
Heleno fue el primer comandante brasileño de la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas en Haití, entre 2004 y 2005.
Al dejar esa misión, el militar hizo ver sus críticas en una columna de opinión publicada en Folha de Sao Paulo. "Varias veces, expresé mi desacuerdo en cuanto a la estrategia adoptada por la 'comunidad internacional' en relación a Haití", escribió. Pese a sus cuestionamientos, la experiencia de los soldados que instalaron cuarteles en los principales barrios de Puerto Príncipe fueron el embrión de las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) implantadas más tarde en las favelas de Río de Janeiro.
También estuvo al frente del estratégico Comando Militar de la Amazonia entre 2007 y 2009, pero habría salido por fricciones con Lula. El general impugnó la política indigenista del gobierno petista, que calificó de "lamentable para no decir caótica".
Al igual que Bolsonaro, las frases polémicas no faltan en el currículum de Heleno, como cuando dijo: "Bandido con fusil en la mano tiene que ser fusilado". El 9 de mayo de 2011, en la ceremonia celebrada en el Cuartel General del Ejército en Brasilia donde pasó a la reserva, el general defendió el régimen militar de 1964, después de 45 años de vida militar.
Pero Heleno no es el único general que acompaña a Bolsonaro en su carrera por el sillón de Planalto. Hace un año, mucho antes de convertirse en el compañero de fórmula de Jair, el general Hamilton Mourão ya había dado de qué hablar, al decir que el Ejército se vería obligado a "buscar la solución" si la situación política del país seguía degradándose.
Hijo de un general que tuvo un papel importante en el golpe de 1964 que instaló la dictadura durante 21 años, Mourão nació en Porto Alegre, pero sus padres son oriundos de la Amazonia y tienen raíces indígenas. Eso no le impidió afirmar a inicios de agosto, durante su primera aparición pública como candidato a vice, que Brasil está lastrado por una herencia producto de "la indolencia de los indígenas y del espíritu taimado de los africanos".
En vísperas de la primera vuelta presidencial, Mourão -quien pasó a retiro en febrero- volvió a dar que hablar, al referirse a su nieto que lo esperaba en el aeropuerto de Brasilia y declarar: "Déjenme ir, que mis hijos me están esperando. Mi nieto es un chico bonito, míralo ahí. Blanqueo de la raza".
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