Será uno de los ministros clave y de mayor trayectoria política en el gabinete de Alberto Fernández, cuyo equipo tiene un perfil más "juvenil". Ginés González García (74), fue ministro de Salud entre 2002-2007, embajador en Chile entre 2007-2015, y hoy regresa a la cartera de Salud tras haber sido convocado por el presidente electo. "El ministro de Salud tiene que ser Ginés porque es quien mejor conoce la salud. Trabajamos juntos y fuimos ministros juntos", señaló Fernández al presentar su gabinete el viernes pasado.
En conversación con La Tercera, Ginés González sostiene que el principal encargo al asumir este ministerio es "revertir el derrumbe del sistema de salud de los últimos cuatro años". Además, asegura que brindará "todo el apoyo posible" para que se apruebe el protocolo de aborto no punible que fue revocado por Macri y que daba un marco legal para los casos en los que la mujer estuviera en riesgo o el embarazo fuera producto de una violación.
¿Cómo observa el regreso del peronismo en Argentina, de la mano de Alberto Fernández?
El peronismo volvió a unirse para impulsar la candidatura de Alberto Fernández. Para lograr esa unidad fueron determinantes la iniciativa de dirigentes políticos y sindicales del Partido Justicialista que abrieron un diálogo entre todos los sectores; la generosidad de Cristina Fernández de Kirchner al ceder el primer lugar en la fórmula presidencial; y también la disposición de otros dirigentes que se postulaban como precandidatos, como Sergio Massa, Felipe Solá y Agustín Rossi, entre otros. Pero hubo otro factor de gran importancia: en lugar de enredarse en rencillas sobre el pasado, el peronismo decidió elaborar una propuesta política y técnica sólida, con la mirada puesta en el futuro. El desafío pendiente es mantener esa unidad y, en ese sentido, fueron buenas señales la consolidación de los bloques en el Congreso, y el gabinete de ministros y secretarios que presentó Alberto Fernández, con muchas mujeres y funcionarios jóvenes, y con personalidades provenientes de distintos sectores del Frente que construimos.
¿Con qué objetivo y encargo usted asume la cartera de Salud?
Lo dijo Alberto Fernández con claridad al anunciar que iba a ser su ministro: "La Argentina se ha vuelto a enfermar. Son millones de argentinos que no tienen tiempo". Así, el principal encargo es revertir el derrumbe del sistema de salud de los últimos cuatro años, que fue inmenso. No solo por el desmantelamiento del sector público, que en buena medida pudo resistir el embate gracias al esfuerzo que hicieron las provincias y los municipios, mientras el Estado cada vez proveía menos medicamentos y vacunas, y postergaba todo tipo de pagos y transferencias. Pero, proporcionalmente, el mayor deterioro está en la seguridad social, donde la falta de recursos ha hecho que los pagos atrasados constituyan ya una masa inmensa de recursos del sector. Va a costar mucho tiempo y esfuerzo revertir el daño que han hecho.
Usted estuvo a cargo de coordinar las comisiones del Partido Justicialista que presentó propuestas políticas para el próximo gobierno ¿Cuáles cree que deberán ser las prioridades?
Es difícil responder esa pregunta, porque fueron 18 comisiones, más unas 10 subcomisiones, que abarcaron muy diversos temas: salud, ciencia y tecnología, energía, relaciones exteriores, etc. En todo caso, más que de prioridades habría que hablar de urgencias: entiendo que las primeras son la pobreza, la salud y la alimentación, justamente porque en ellas no hay tiempo para perder. Luego, en economía hay urgencias que condicionan todo el resto de las prioridades: el crecimiento del producto interno, los pagos de la deuda pública y la escasez de dólares, entre otras.
¿Cómo califica el sistema de salud argentino en comparación al de otros países de la región?
El sistema de salud argentino se caracteriza por su fragmentación en tres subsistemas, con marcadas inequidades, superposiciones e ineficiencias, que a su vez se potencian con las inequidades entre las distintas regiones del país. Al ser la Argentina un país federal, la rectoría del Ministerio nacional sobre el resto de las jurisdicciones y sectores es una condición necesaria para poder resolver muchos de los problemas. Por esas y otras causas, en nuestro país los resultados en salud no son acordes a la inversión realizada.
Se ha hablado de ampliar la gratuidad de los medicamentos para los jubilados ¿Es posible?
Es posible, aunque va a implicar un esfuerzo financiero inmenso, sobre todo porque la cobertura de seguridad social de los adultos mayores en la Argentina es casi universal. También sabemos que tendrá un efecto muy importante sobre el bienestar de los jubilados, porque el gasto "de bolsillo" en medicamentos es el más inequitativo: quienes tienen menos ingresos proporcionalmente deben destinar más dinero a la compra de medicamentos.
Usted se ha mostrado a favor del aborto, ¿cómo buscará materializar ese tema como ministro?
Nadie puede estar a favor del aborto. Lo que quiero es que desaparezcan las consecuencias de una ley injusta sobre las personas más vulnerables. La Argentina ya tiene ley de despenalización parcial del aborto desde hace casi un siglo. El protocolo es un instructivo para poder dar cumplimiento a esa ley y evitar arbitrariedades y abusos. Recientemente Macri revocó la resolución que lo aprobaba, lo cual fue un disparate político. La otra cuestión es la sanción de una ley que corrija las injusticias y las incoherencias del marco legal vigente en el tema. Esto segundo no corresponde al Ministerio, sino al Congreso, aunque brindaré todo el apoyo posible para que se apruebe: es una de las deudas pendientes de nuestra democracia con la salud y los derechos de las mujeres.