Nayib Bukele, de 37 años, arrasó en las elecciones del domingo y fue electo Presidente de El Salvador con más del 53% de los votos. Así, se convierte en el Mandatario más joven en la historia del país centroamericano. El político outsider deberá enfrentar la falta de respaldo en el Congreso por lo que intentará lograr consensos con los dos partidos que gobernaron por tres décadas: el oficialista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
Bukele, después de ser expulsado de la exguerrilla FMLN en 2017, intentó inscribir su sigla Nuevas Ideas, pero ante el rechazo del organismo electoral acudió a la conservadora Gran Alianza Unida Nacional (GANA) que ayer sostuvo le dará libertad al político denominado "antisistema" para elegir al gabinete y gobernar.
Sin embargo, Bukele se deberá enfrentar a la casi nula falta de respaldo político. Para aprobar leyes, en El Salvador se necesita 43 votos de los 84 diputados en la Asamblea Legislativa. Mientras que GANA tiene 11 diputados, el oficialista FMLN totaliza 23 escaños. Arena, por su parte, cuenta con 37 y sus aliados del Partido de Concertación Nacional suman nueve. El Partido Democracia Cristiana, en tanto, tiene tres diputados. Además, hay un diputado sin partido.
Para el analista político salvadoreño Wilson Sandoval, la elección de Bukele fue un "terremoto político" y un "enorme reto para la gobernabilidad". "Al menos los dos primeros años se espera una relación de confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso donde Bukele no posee ni mayoría, ni apoyo para echar a andar políticas públicas. Por ello deberá pactar con la derecha o la izquierda para alcanzar acuerdos. De lo contrario, intentar gobernar bajo decretos ejecutivos", dijo a La Tercera.
Además, del quiebre político a nivel nacional, la llegada de Bukele al poder cambia la política internacional del país. Venezuela y Nicaragua se quedarán sin uno de los pocos aliados que tenían en la región. El Presidente electo escribió en Twitter que los mandatarios de ambos países eran "dictadores".
"La relación con Arena y el FMLN al principio será medianamente tensa y puede irse complicando si estos dos partidos bloquean a (Bukele) para 'demostrar' que el pueblo se equivocó al elegirlo. La leve ventaja es que dentro de un año inicia el proceso electoral a nivel legislativo y municipal, por lo que el partido Nuevas Ideas debe consolidarse y obtener diputados", explicó a La Tercera René Martínez, director de la escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador.
Durante la campaña, Bukele prometió crear una Comisión Internacional contra la Impunidad -El Salvador tiene tres expresidentes acusados de corrupción- y trabajar en la seguridad, pobreza e infraestructura.