El Gobierno de la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha invitado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a visitar el país, tras el informe presentado por el organismo regional en el que expresa su "extrema preocupación" por las "graves violaciones de los Derechos Humanos" en el marco de la crisis postelectoral.

La ministra de Exteriores, Karen Longarica, ha indicado que se trata de la primera invitación que hace Bolivia a la CIDH para que realice una visita in loco, la fórmula más utilizada por los organismos internacionales para analizar los estándares nacionales en materia de Derechos Humanos.

"La invitación que hemos cursado a la CIDH es para realizar una visita in loco, ese tipo de visitas nunca el MAS (el Movimiento Al Socialismo de Evo Morales) aceptó", ha destacado la canciller boliviana, de acuerdo con la agencia de noticias ABI.

La CIDH ya estuvo sobre el terreno a raíz de la crisis política que siguió a las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre en Bolivia, en las que la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció "irregularidades" propiciando la dimisión de Evo Morales.

En el informe de esa visita, publicado recientemente, la CIDH denuncia "graves violaciones de los Derechos Humanos" y confirma la muerte de al menos 36 personas, de las cuales al menos 18 habrían fallecido en las "masacres" cometidas en Sacaba y Senkata, escenarios de operativos de seguridad contra simpatizantes de Morales.

El ministro de Interior, Arturo Murillo, calificó el informe de la CIDH de "totalmente sesgado". "Está favoreciendo solamente al narcoterrorismo", afirmó en declaraciones a los medios de comunicación.

Longaric ha confiado en que esta segunda visita permita al organismo hacer una "investigación profunda" sobre la situación de los Derechos Humanos en Bolivia que permita, en base a "hechos", "rectificar" las "imprecisiones" del informe.