Ante las manifestaciones que realizarán el próximo jueves los movimientos piqueteros de Buenos Aires y provincias, por el desabastecimiento que sufren los comedores comunitarios, el gobierno de Argentina entregará tarjetas de compra a los responsables de estos centros que permiten la alimentación de miles de personas y terminar con los intermediarios entre referentes sociales.
El régimen transandino también decidió realizar una auditoría para transparentar el funcionamiento de los establecimientos, luego que las agrupaciones de hombres y mujeres cesantes decidieran manifestarse pidiendo comida ante supermercados para dejar en evidencia la dramática situación que sufren pobladores argentinos.
Los grupos piqueteros, desde las 11 de este 1° de febrero, presentarán petitorios en los centros de comercialización para obtener bolsones de comida y, con el mismo objetivo, también prometen movilizar hasta las oficinas de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, según informa ‘Clarín’.
Pettovello rebatió este martes las denuncias de los movimientos populares al asegurar que las protestas son en respuesta a las medidas para “transparentar” la política alimentaria que lleva adelante su cartera.
No obstante, los manifestantes prometen quedarse en los ingresos de los supermercados hasta que no les entreguen alimentos.
En el superministerio de Pettovello, amiga del Presidente Javier Milei, que incluye a Niñez y Familia (ex Desarrollo Social), reconocen que dieron de baja el sistema de entrega de alimentos para evitar “maniobras discrecionales” y que desde entonces transfieren de manera directa el dinero a los establecimientos para la compra de la mercadería. “Queremos terminar con los gerentes de la pobreza”, advierten desde el oficialismo en clara alusión a los líderes piqueteros.
Sin embargo, tanto en las organizaciones sociales vinculadas al peronismo como a la izquierda denuncian que falta comida. En el ministerio de Desarrollo Humano de la ciudad de Buenos Aires reconocen que en las últimas semanas aumentó la demanda en los comedores del distrito por una inusual migración de familias desde el interior del país.