El gobierno de Bolivia ordenó el sábado la salida de dos ex altos funcionarios de la administración del expresidente Evo Morales horas después de que la policía los detuviera a ambos a pesar de tener salvoconducto para salir a México, que les concedió asilo.

El exministro de Minería, César Navarro y el exviceministro Pedro Damián Dorado fueron detenidos antes de abordar el avión por funcionarios policiales para que respondan por cargos que les han formulado las nuevas autoridades bolivianas.

Tras las críticas, la Cancillería y el Ministerio de Gobierno informaron que el gobierno garantiza la salida de Navarro y Dorado. La cancillería dijo que los salvoconductos fueron "extendidos por el gobierno", para que sean "trasladados a México sin ningún problema".

"El gobierno comprometió la fe del Estado y ha dispuesto la salida de ambos señores a pesar de la existencia de mandamientos de aprehensión", dijo en otro comunicado el Ministerio de Gobierno, cuyo titular, Arturo Murillo, calificó el asunto como un "incidente".

Navarro está acusado de fraude electoral en las elecciones anuladas del 20 de octubre que precipitaron la renuncia de Morales. Dorado tiene procesos por tráfico de tierras. Estaban refugiados en la embajada de México en La Paz junto a otras exautoridades, entre ellos el exministro Juan Ramón Quintana, brazo derecho del Morales a quien el gobierno niega salvoconducto y lo acusa de sedición.

Desde Argentina, donde está asilado, Morales exigió, a través del Twitter, "respeto al derecho internacional" y dijo que "hasta en las peores dictaduras se respetaban los salvoconductos". También el expresidente Carlos Mesa demandó respeto a tratados internacionales y señaló que, de no rectificarse, "Bolivia quedará comprometida".

La situación tiene lugar en medio de un agitado clima electoral con miras a las nuevas elecciones presidenciales del 3 de mayo en las que el partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS), afrontará la contienda sin su líder, frente a varios rivales de los partidos tradicionales que, divididos, buscan copar el vacío político dejado por el exmandatario.