El gobierno de Bolivia pidió este martes a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, no hacer política y visitar el país para indagar sobre las causas de las muertes durante las protestas que se registraron en el país andino el año pasado.
“Yo la invito a la expresidenta Bachelet a que deje de hacer política y que venga a Bolivia, que venga a verificar todos los exámenes forenses de los que han muerto en Sacaba y los que han muerto en Senkata”, afirmó el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo en respuesta al informe presentado el día lunes.
Las declaraciones de Murillo se dieron durante una entrevista por la cadena ATB, en la ocasión el secretario de Estado se refirió a un informe de la ACNUDH donde son mencionados 35 fallecidos entre octubre y noviembre de 2019, tras las anuladas elecciones generales.
Entre los incidentes más graves se encuentran los decesos de nueve personas en el marco de las manifestaciones en Sacaba (Cochabamba) y de otros diez en la zona de Senkata (ciudad de El Alto).
Según la agencia de la ONU, durante esos incidentes que desembocaron en la renuncia de Evo Morales a la presidencia, tras casi 14 años en el poder, se registraron graves violaciones a los derechos humanos.
En el reporte Bachelet señaló que, “me preocupa profundamente que, nueve meses después, aún no ha habido rendición de cuentas por las muertes en Sacaba y Senkata, ni para la mayoría de las muertes ocurridas en el período cubierto por nuestro informe”.
Murillo insistió que "ni uno es muerto por el gobierno, ni uno es muerto con bala policial y militar, todos son muertos con escopeta, con bala 22, con dinamita, o sea son asesinados por sus propios compañeros" y agregó que "hay muertos con tiros en la nuca, con tiros en la espalda, con tiros en el costado".
En ese sentido, aseguró que sus afirmaciones están respaldadas por informes forenses, los que fueron remitidos a los organismos internacionales.
“Señora Bachelet, no se tape un ojo, mire con los dos ojos”, dijo luego el ministro en una conferencia de prensa.
La violencia estalló en Bolivia tras las elecciones del 20 de octubre, que fueron anuladas tras ser denostadas por denuncias opositoras de fraude y que dieron como ganador en primera vuelta a Morales, cuya candidatura había sido cuestionada debido a impedimentos constitucionales, para un cuarto mandato hasta 2025.
El exmandatario de 60 años se asiló primero en México y luego se refugió en Argentina.
Bolivia podrían volver a votar en las elecciones presidenciales del próximo 18 de octubre.