Las autoridades cubanas criticaron que la Cumbre para la Democracia impulsada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue un “ejercicio demagógico” e “irreal” que se saldó con un “beneficio nulo” para la comunidad internacional.
“La cumbre virtual convocada por el Gobierno de Estados Unidos el pasado 9 y 10 de diciembre, con discursos pregrabados de los invitados y una agenda totalmente manipulada, fue un ejercicio demagógico, con beneficio nulo para la comunidad internacional y sin propuesta alguna para solucionar los problemas más acuciantes del mundo que compartimos”, manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en un comunicado.
Además, la diplomacia cubana ha lamentado que el evento tan solo sirviera para “mostrar el creciente aislamiento, la enajenación y la pérdida de influencia” de Estados Unidos, que además ha “perdido” una oportunidad para celebrar un acto “inclusivo” que realmente sirva para fomentar la búsqueda de soluciones a los problemas que “impactan la vida de la mayoría de la población del mundo”.
Para la cartera de Exteriores, las autoridades estadounidenses no tuvieron la “voluntad” suficiente para impulsar una reunión en la que se tratasen aspectos como el hambre, la pobreza, las desigualdades, el conflicto migratorio, el crimen organizado o la gestión de la pandemia de coronavirus.
Y es que, para el Gobierno cubano, presidido por Miguel Díaz-Canel, “Estados Unidos no puede aportar soluciones mientras sus políticas sean parte esencial de tan graves problemas”.
Además, ha criticado que esta cumbre “irreal” involucró tan solo a los gobiernos que “no desafían la autoridad hegemónica de Estados Unidos”, por lo que el acto realmente tuvo lugar bajo un pretexto “divisionista”.
“Un país donde el dinero pesa más que la voluntad popular de los ciudadanos, en el que se promueve la venta libre y uso irresponsable de armas letales, la intervención y la injerencia en los asuntos internos de estados soberanos, donde el racismo es sistémico y la guerra constituye el negocio más lucrativo, no tiene nada que enseñar a la comunidad internacional”, aseveraron las autoridades cubanas.
Finalmente, el Ministerio de Relaciones Exteriores lamentó que el Gobierno estadounidense esté inmerso en una “campaña peligrosa” a través de la cual buscan “crear un cisma internacional” con el que “dividir el planeta” y “castigar a los países que defienden proyectos progresistas o no aceptan los modelos impuestos por Estados Unidos”.
“Esa visión torcida es la que los lleva a actuar al margen de Naciones Unidas, donde sufren un creciente aislamiento por sus reiterados desafíos a los principios de convivencia civilizada, respeto al multilateralismo y a la autodeterminación de los pueblos e igualdad soberana entre sus estados miembros”, argumentaron desde el Gobierno cubano.
Invitados a la cumbre
La Cumbre de la Democracia, celebrada la pasada semana, tenía como objetivo “establecer una agenda para la renovación democrática y hacer frente a las mayores amenazas que enfrentan las naciones” y contó con la participación de más de un centenar de países.
Estados Unidos invitó a todos los miembros de la Unión Europea, excepto Hungría, así como a Taiwán, un gesto que llega tras una serie de medidas que Biden ha tomado en las últimas semanas para demostrar su apoyo a la isla.
En Asia fueron invitados otros aliados de Estados Unidos como Japón o Corea del Sur, pero también Filipinas o India, países en los que los activistas han denunciado que las democracias se ven amenazadas.
Por parte de Oriente Medio, la representación fue escasa al estar invitados solo Israel e Irak. Zambia, Senegal, Angola, Nigeria o Malaui se incluyeron en la lista por parte de África.
Los vecinos Canadá y México también estuvieron presentes, al igual que, desde Sudamérica, Colombia, Chile, Perú o Ecuador, además de Brasil, otro país en el que se ha alertado de un proceso democrático y cuyo líder, Jair Bolsonaro, mantenía una mejor relación con el predecesor de Biden, Donald Trump.
Fuera de la lista, además de Cuba, se quedaron los considerados aliados de Estados Unidos Egipto y Turquía, miembro de la OTAN, además de China y Rusia, como era de esperar.