El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) retomarían los diálogos de paz en México a fines de enero de 2023, y no a comienzos de dicho mes, como se había previsto inicialmente.
La guerrilla y el Ejecutivo de Gustavo Petro estarían analizando las condiciones y la logística para retomar la mesa de diálogo el próximo mes, según han confirmado fuentes del gobierno de Colombia.
El objetivo de las dos delegaciones es que se vinculen a los diálogos otros países como Alemania, Suecia, Suiza y España para que faciliten el proceso, mientras que México y Chile continúen como países garantes. Además, otros países como Venezuela, Cuba y Noruega acompañarán a ambos bandos durante el proceso de paz.
El pasado 12 de diciembre las dos delegaciones concluyeron la primera ronda de acercamientos con cuatro acuerdos parciales, entre los que se encuentra un pacto humanitario para el Bajo Calima, Valle del Cauca, Chocó y el Medio San Juan que entrará en vigor en enero y permitirá el regreso de cientos de familias desplazadas por la violencia en esas regiones.
El segundo acuerdo es la atención a las condiciones de salud de un grupo de presos políticos del ELN; mientras que el tercero es el impulso a la pedagogía para ampliar el apoyo internacional a las conversaciones. El cuarto es la tregua navideña que declaró el grupo armado y que durará hasta el próximo 2 de enero.
A este último anuncio se sumó el de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que también aceptaron un cese de las hostilidades durante el periodo navideño.
Aunque se trata de acuerdos parciales, tienen gran importancia en el plano humanitario para desescalar el conflicto mientras avanzan las negociaciones de la primera mesa de diálogos del Ejecutivo.
Con todo, el Ejecutivo colombiano y el Ejército de Liberación Nacional culminaron su primer ciclo de negociaciones de paz, iniciado el pasado 22 de noviembre en la capital venezolana y con el que se ha vuelto a la senda del diálogo, abandonado en 2019.
Antes incluso de su llegada a la Presidencia de Colombia, Gustavo Petro se mostró predispuesto a alcanzar un acuerdo de paz con la guerrilla en el marco de su propuesta de “paz total” con todos los agentes armados del país.