El presidente Miguel Díaz-Canel dijo este miércoles que la vuelta del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos, no cambian nada para Cuba, pero se mostró dispuesto a dialogar con el futuro gobierno estadounidense.
“Para nosotros los resultados de esas elecciones no son nuevos. Era un escenario previsto”, aseguró Díaz-Canel, también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC).
“Era un escenario probable y veníamos preparándonos para ese escenario”, agregó a medios estatales durante una visita a un pueblo de la provincia de Cienfuegos..
“Pero el país está preparado. Vamos a seguir andando, sin miedo”, puntualizó en las primeras reacciones oficiales de Cuba a las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.
Reiteró asimismo que las sanciones de Estados Unidos son las causantes de la actual crisis que sufre el país, responsabilizándolas de los apagones y la escasez de insumos básicos, como alimentos y medicinas. “Es verdad que hemos sufrido”, reconoció el mandatario isleño.
Trump reforzó en su primer gobierno la apuesta por el embargo comercial que Washington mantiene desde hace décadas contra Cuba, ordenando nuevas restricciones a los viajes a la isla, recortando las remesas y la inmigración.
También colocó a La Habana una vez más en una lista de naciones que Estados Unidos sostiene que patrocinan el terrorismo, una medida que ha acumulado sanciones financieras adicionales contra el país.
La nominación de Marco Rubio, un abierto crítico del gobierno de la isla, como secretario de Estado de Trump, sugiere que su gobierno mantendrá una actitud similar desde el 20 de enero.
Sin embargo, Díaz-Canel, que calificó el bloqueo de EE.UU. de “perverso y genocida”, dejó la puerta abierta a conversar con la Administración del magnate republicano.
“Siempre hemos planteado que (...) estamos dispuestos a dialogar en igualdad de condiciones con el gobierno de Estados Unidos. Sin imposiciones, con respeto y nada que afecte nuestra soberanía ni nuestra independencia”, precisando su país no va a renunciar a “su modelo de construcción socialista”.