Estados Unidos condenó el jueves la decisión del Gobierno de Nicaragua de retirar la nacionalidad a 94 ciudadanos, así como la revocación de la ciudadanía a 222 presos políticos liberados hace unos días.

El Departamento de Estado estadounidense indicó que “estos actos son incompatibles con la Declaración Universal de Derechos Humanos, que establece que toda persona tiene derecho a una nacionalidad”.

“(Esta medida) supone un nuevo retroceso para el pueblo nicaragüense y un paso más hacia la consolidación de un régimen autocrático”, denunció el secretario de Estado, Antony Blinken a través de un comunicado.

Asimismo, Blinken recordó que después de que el Gobierno Daniel Ortega tomase la decisión de liberar a 222 presos políticos, Washington “alentó a Nicaragua a tomar medidas adicionales para restaurar las libertades civiles y la democracia para todos los nicaragüenses”.

En este sentido, expresó que “quienes valientemente defienden la democracia en Nicaragua serán siempre sus ciudadanos y patriotas”, según se puede leer en la misiva.

Managua ha justificado la retirada de la nacionalidad bajo la acusación de la Fiscalía de la comisión del delito de “traición a la patria”. Entre los ciudadanos afectados se encuentran periodistas, activistas, políticos, religiosos o defensores de Derechos Humanos. Todos ellos, declarados “prófugos de la Justicia”, verán confiscados todos sus bienes y sociedades, que pasarán a manos del Estado, según informó ‘La Prensa’.