La Casa Blanca denunció estelunes las medidas tomadas por el gobierno cubano para “silenciar” a manifestantes pacíficos, como las detenciones de opositores que tenían previsto marchar en La Habana y seis provincias de la isla.

“Antes de las manifestaciones pacíficas previstas para hoy, el gobierno cubano ha recurrido a duras penas de prisión, a detenciones esporádicas y a técnicas de intimidación (...) en su intento de silenciar la voz del pueblo cubano”, dijo en un comunicado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Las marchas callejeras convocadas para el lunes en Cuba no llegaron a cristalizarse después que los organizadores denunciaran que simpatizantes del gobierno les impidieron salir de sus casas y recibieran citaciones de la policía desde días antes.

Tampoco se vieron acciones opositoras que los propios activistas habían sugerido a la población a manera de protesta si no deseaban salir de sus hogares, como la colocación de sábanas blancas en balcones o ventanas y aplausos a la tres de la tarde, la hora prevista para la manifestación.

En La Habana, el cruce de las céntricas calles de Prado y Malecón -el punto acordado de concentración- lució vacío y con un moderado control policial. El gobierno cubano había denegado el permiso para esa marcha que generó expectativas afuera de la isla y fue señalada por las autoridades de estar impulsada y financiada por Estados Unidos.