El gobierno del presidente Joe Biden mostró por primera vez el interior de una base militar donde los afganos evacuados son examinados, ante los cuestionamientos sobre cómo se cuida y examina a los refugiados.
El recorrido de tres horas en el Fuerte Bliss, en El Paso, Texas, fue la primera vez que se le otorgó a la prensa amplio acceso a una de las ocho instalaciones militares de Estados Unidos que albergan a afganos. Aun así, los reporteros, incluidos los de The Associated Press, no tuvieron permitido hablar con los evacuados o pasar más de unos cuantos minutos en áreas donde estaban reunidos. Los oficiales militares dijeron que era por “cuestiones de privacidad”.
Casi 10.000 evacuados afganos están alojados en la base mientras se someten a controles médicos y de seguridad antes de ser reubicados en Estados Unidos.
Este viernes, niños con balones de fútbol y de baloncesto jugaban afuera de enormes carpas blancas. Una joven todavía vestía ropa sucia.
En esta zona de la base se colocaron cientos de tiendas de campaña con aire acondicionado que se utilizan como dormitorios, y comedores en lotes de tierra cubiertos de maleza, un paisaje que de alguna manera se asemeja a partes de su tierra natal.
Bajo el programa llamado “Operación Aliados Bienvenidos”, se espera que unos 50.000 afganos sean admitidos en Estados Unidos, incluidos traductores, conductores y otras personas que ayudaron al ejército estadounidense durante 20 años de guerra y que temían represalias por parte de los talibanes.
Casi 130.000 fueron sacados de Afganistán en avión, en una de las evacuaciones masivas más grandes en la historia de Estados Unidos. Muchas de esas personas todavía están en tránsito, sometidas a controles de seguridad en otros países, incluidos Alemania, España, Kuwait y Qatar.
Hasta ahora, nadie en Fuerte Bliss ha sido liberado para su reasentamiento.
El gobierno también utiliza la base para albergar a miles de niños inmigrantes, en su mayoría de Centroamérica, que han cruzado solos la frontera entre Estados Unidos y México. Los niños se alojan allí hasta que puedan reunirse con parientes que ya se encuentran en Estados Unidos o con un tutor, generalmente un amigo de la familia, o enviados a una instalación con licencia estatal.