El Gobierno de transición de Sudán ha denunciado que los líderes golpistas están cometiendo “horribles violaciones” que “equivalen a crímenes de guerra y contra la humanidad” en el marco de la represión de las protestas del lunes, encabezada por el presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan.
El Ejecutivo ha indicado en un comunicado publicado a última hora del miércoles que “desde que declaran hace tres días su intención de socavar la autoridad civil, los golpistas siguen cometiendo las más horribles violaciones contra manifestantes sudaneses, que equivalen a crímenes de guerra y contra la humanidad”.
Así, ha resaltado que “hay barrios residenciales rodeados por vehículos militares blindados y soldados fuertemente armados, hay mujeres arrastradas por las calles, niños arrestados y manifestantes pacíficos siendo tiroteados con fuego real, lo que ha causado la caída de muchos mártires y decenas de heridos”.
“En lo que sólo puede ser descrito como uno de los crímenes más graves contra los Derechos Humanos, los líderes golpistas han recurrido a aislar Sudán internacionalmente al cerrar los aeropuertos y los servicios de transporte aéreo, además de imponer un bloqueo de información al bloquear el acceso a las comunicaciones y los servicios de Internet a todo el pueblo sudanés para ocultar los graves crímenes y violaciones que han estado cometiendo constantemente contra manifestantes civiles en todas las ciudades y aldeas de Sudán”, ha manifestado.
En este sentido, ha señalado en su comunicado, publicado por el Ministerio de Información a través de su página en la red social Facebook, que “el regreso del servicio de Internet durante varias horas durante el día de ayer reveló sólo una fracción de los crímenes, que incluyen abrir fuego contra manifestantes pacíficos, golpear a manifestantes con culatas de rifles y porras, sacar a la fuerza a mujeres estudiantes de sus lugares de residencia en medio de la noche y violar la santidad de las casas de la gente”.
Por ello, ha aplaudido la “resiliencia” de la población por sumarse a la “desobediencia civil ante el golpe” y ha alabado a los que “han organizado protestas en muchos países del mundo para mostrar apoyo a su pueblo contra el golpe y apoyar el retorno al camino civil a la democracia”.
El Ejecutivo ha denunciado además “intentos persistentes” de los líderes golpistas para “manipular a la opinión pública” respecto a la situación del primer ministro, Abdalá Hamdok, quien fue trasladado el martes a su vivienda en medio de un gran despliegue de seguridad tras pasar un día como “invitado” en casa de Al Burhan tras ser detenido durante las protestas.
Así, ha resaltado que las afirmaciones que apunta a que Hamdok cuenta con “libertad total” son “declaraciones falsas destinadas a ganar tiempo para reajustar la posición” de los golpistas ante su “debilidad” por “las presiones de la población y la comunidad internacional”.
“Afirmamos que el primer ministro, que ha estado cercado, no ha podido reunirse con su base política, hablar con medios de comunicación o comunicarse con las fuerzas activas de la revolución o la comunidad internacional”, ha destacado el Ejecutivo.
Horas después de la publicación del comunicado, embajadores de la Unión Europea, Estados Unidos, Reino Unido y Naciones Unidas, entre otros, han reclamado la “plena restauración de la libertad” de Hamdok, quien se encuentra en “buen estado de salud”, tras reunirse con él durante la madrugada del jueves en su vivienda en la capital, Jartum.
Pide “unidad” a la población
Por otra parte, el Gobierno aplaudió la decisión de la Unión Africana (UA) de suspender a Sudán a causa del golpe y los “firmes y claros mensajes rechazando el golpe” por parte de la UE y las embajadas de varios países occidentales, entre ellos España.
“Pedimos a nuestro pueblo que mantenga su unidad y proteja la revolución y a sus héroes frente al arresto y que mantengan su compromiso con los medios pacíficos, a través de los cuales la revolución emergió triunfante, así como evitar contacto directo con los asesinos”, comentó.
Por último, el Gobierno de Hamdok ha hecho hincapié en que “los líderes golpistas no tienen otra opción que sucumbir ante la voz del pueblo, liberar a todos los presos políticos y entregar el poder inmediatamente”.
El presidente del Consejo Soberano de Transición, quien es además jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, anunció el lunes la disolución de este organismo y del Gobierno de transición, al tiempo que impuso el estado de emergencia en el país, tras semanas de tensiones entre civiles y militares.
Al Burhan defendió el martes la asonada y denunció que las fuerzas políticas “querían monopolizar” la transición, tras varias semanas de tensiones y acusaciones entre civiles y militares, antes de prometer que el Ejército “no interferirá” en la formación del nuevo Ejecutivo.
Sudán fue escenario a mediados de septiembre de un intento de golpe de Estado, según apuntaron las autoridades de transición, a cargo de un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas supuestamente vinculados con el expresidente Omar Hasán al Bashir, derrocado en 2019 en una revuelta tras meses de masivas manifestaciones en su contra.
Las autoridades de transición fueron instauradas tras un acuerdo entre la junta militar anterior, surgida tras el golpe de Estado de 2019, y diversas organizaciones civiles y formaciones políticas opositoras. Este Gobierno ha iniciado reformas sociales y económicas y ha alcanzado un acuerdo de paz con importantes grupos rebeldes de Darfur y otras zonas del país.
Sin embargo, la intentona golpista de septiembre derivó en un intercambio de críticas y acusaciones entre los elementos civiles y militares que ha ahondado la crisis política, incluidas peticiones por parte de Al Burhan para disolver el Gobierno, que han derivado en los últimos días en manifestaciones enfrentadas a favor de las autoridades de transición y el Ejército.