El Gobierno de EE.UU. dijo hoy estar "profundamente preocupado" por la extradición desde Zambia a Zimbabue del opositor zimbabuense Tendai Biti que había sido acusado de incitar la violencia que siguió a las elecciones del pasado 30 de julio.
Para manifestar esa preocupación, el Departamento de Estado de EE.UU. citó en Washington a los embajadores de Zambia y Zimbabue para expresarles "sus más graves preocupaciones", informó hoy en un comunicado la portavoz de la diplomacia estadounidense, Heather Nauert.
"El Gobierno de Zimbabue es ahora responsable de la seguridad y del bienestar de Tendai Biti", avisó Nauert.
"Instamos -continuó- a los líderes de Zimbabue a garantizar la seguridad física del señor Biti y garantizar que se respeten sus derechos constitucionales y humanos, de conformidad con el estado de derecho y las obligaciones y compromisos internacionales de Zimbabue".
Tras su extradición hoy, Tendai Biti fue puesto en libertad bajo fianza, según confirmaron a Efe en Harare fuentes de su defensa.
El líder opositor tuvo que comparecer ante los tribunales, que fijaron una fianza de 5.000 dólares, le retiraron el pasaporte y establecieron que podría ser puesto en libertad con la condición de no intervenir en mítines políticos y con el requerimiento de presentarse ante la policía dos veces al día.
Se le imputan cargos por su presunta responsabilidad en la destrucción a la propiedad por valor de 345.000 dólares y por difundir resultados electorales falsos.
Biti huyó el miércoles a Zambia y allí pidió asilo pero las autoridades de ese Estado -en un gesto criticado incluso por las Naciones Unidas- se lo negaron y lo entregaron a Zimbabue.
En su país era buscado junto a otros dirigentes opositores por supuestamente arengar a los seguidores del opositor Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) para llevar a cabo protestas violentas en los días posteriores a las elecciones presidenciales, en las que Emmerson Mnangagwa se proclamó vencedor.
Esas protestas dejaron 7 muertos en la capital, Harare, tras la intervención de la Policía y el Ejército.
Según los resultados oficiales de la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC), Mnangagwa ganó las elecciones con el 50,8 % de los votos, por delante del candidato opositor, Nelson Chamisa, quien defiende que él fue el vencedor y calificó el resultado de "ilegítimo, ilegal y fraudulento".
Después de que la ZEC proclamara los resultados, el Departamento de Estado aseguró que aún estaba evaluando los datos recolectados por sus propios equipos de observación y otras misiones, por lo que todavía no reconoce a un ganador.
En su comunicado de hoy, el Departamento de Estado tampoco se posicionó sobre ese asunto y no reconoció a Mnangagwa como presidente.