El gobierno español rechazó hoy el ultimátum del independentismo catalán para que en el plazo de un mes plantee un referéndum que favorezca la autodeterminación de esa comunidad autónoma española, y mantuvo su "determinación de continuar por la vía del diálogo".
"El presidente de la Generalitat (Gobierno regional catalán) no tiene que esperar al mes de noviembre para conocer nuestra respuesta, se la damos ahora mismo, y es: autogobierno y no independencia, convivencia y no independencia", afirmó la ministra portavoz del Gobierno español, Isabel Celaá, en rueda de prensa.
Celaá respondió así a la advertencia realizada hoy por el presidente regional de Cataluña, Joaquim Torra, de retirar el apoyo de los partidos independentistas en el Congreso al Gobierno del socialista Pedro Sánchez si antes de noviembre no ofrecía un referéndum de autodeterminación.
El Ejecutivo de Sánchez, que cuenta con una minoría parlamentaria de 84 diputados de un total de 365, depende, entre otros partidos, de los independentistas catalanes que le ofrecieron su apoyo para sacar adelante la moción de censura presentada por los socialistas contra el conservador Mariano Rajoy (PP, centroderecha) el pasado 1 de junio.
"El Gobierno de España no acepta ultimátums y pide distensión y calma. El Gobierno catalán debe garantizar la convivencia y los derechos de todos los catalanes, nacionalistas y no nacionalistas. Una sociedad dividida no solo no es admisible desde un punto de vista democrático, si no que es una sociedad sin futuro", aseguró la ministra.
Celaá además se refirió a los incidentes protagonizados este lunes por grupos de independentistas radicales, conocidos como CDR (Comités de Defensa de la República catalana), coincidiendo con el primer aniversario del referéndum ilegal secesionista del 1 de octubre de 2017, en los que 32 policías autonómicos catalanes resultaron heridos a causa de golpes y lanzamientos de botellas y vallas por parte de los manifestantes.
Esas acciones contaron con el amparo del presidente regional catalán, quien consideró que los CDR "hacen bien presionando", y además les instó a seguir haciéndolo, aunque en su discurso de hoy aseguró que los incidentes de este lunes son "hechos aislados" y "no representativos del movimiento independentista.
"Hay muchos intereses que pretenden agudizar el conflicto y la confrontación", señaló la ministra, quien aseguró que Torra se equivocó al "jalear a los radicales" y hoy también "al lanzar amenazas".
"Las decisiones desmedidas tomadas en el pasado no pueden condicionar las salidas de futuro que todos deseamos, que además son las que exige Europa. Ni la radicalidad es el camino, ni lo es la amenaza. El camino es la ley y el diálogo, la convivencia y no la independencia", remarcó Celaá.
Reiteró también que el presidente regional de Cataluña sabe cuál es la posición del Gobierno español, "que es la misma que han manifestado sistemáticamente los catalanes cuando han sido llamados a las urnas. No quieren la independencia, reclaman la convivencia y eso requiere diálogo".
Igualmente aseguró que el Ejecutivo español no aplicará el artículo 155 de la Constitución española en Cataluña, mediante el que asumiría el control de las instituciones catalanas tal y como ocurrió hace casi un año tras la declaración unilateral de independencia que culminó con el Gobierno regional destituido, su entonces presidente, Carles Puigdemont, huido de la Justicia, y la mayoría de sus integrantes en prisión preventiva.
"No lo aplicará mientras no haya razones evidentes para aplicarlo", una cuestión que, dijo Celaá, "no se ha producido".
"Entre el salto al vacío y el 155 perpetuo está la convivencia que demanda el Gobierno de España", afirmó la portavoz del Ejecutivo español tras emplazar a rebajar la crispación.
Celaá defendió que existe un "enorme terreno" para el diálogo y los acuerdos "y es ahí donde se sitúa el Gobierno con la convicción de que es lo que demandan los catalanes y la sociedad española".