El gobierno francés anunció este martes que suspenderá durante seis meses la subida del impuesto a los carburantes y congelará los precios de la luz y el gas durante el invierno para calmar las protestas de los "chalecos amarillos".

"Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación", dijo el primer ministro Edouard Philippe al anunciar estas medidas en un discurso retransmitido por televisión. "Hay que estar sordos" para "no escuchar la cólera" de los franceses, agregó.

La decisión del Ejecutivo se da luego de una serie de manifestaciones, que fueron cada vez más violentas, y que pedían incluso la dimisión del presidente Emmanuel Macron.