El diputado del partido Sionismo Religioso, Simcha Rothman, máximo responsable de la polémica propuesta de reforma judicial planteada por la coalición de extrema derecha que sostiene al gobierno israelí, presentó este domingo a sus socios de coalición una nueva y suavizada versión de su iniciativa.

La nueva propuesta otorga al gobierno el control de los dos primeros nombramientos en el Tribunal Supremo durante su mandato, pero exige al menos el apoyo de un diputado de la oposición y de un juez del propio Supremo para realizar más nombramientos, informa The Times of Israel.

La propuesta inicial ya aprobada en primera lectura en la Knesset o Parlamento israelí otorga a la mayoría parlamentaria el control total sobre los nombramientos de jueces sin necesidad de ningún apoyo de la oposición ni de dentro de la Judicatura.

Con la iniciativa primaria, cientos de miles de personas han salido cada sábado a las calles de las principales ciudades del país durante once semanas consecutivas para protestar contra la reforma judicial porque consideran que otorga el control absoluto de la Judicatura al Gobierno.

Rothman explicó que esta nueva propuesta busca “hacer que tanta gente como sea posible sienta que el Tribunal Supremo es suyo” y que “la gente pueda elegir a sus jueces” mientras “se impide que una fuerza política tome el control del Tribunal” Supremo.

La nueva redacción establece que la Comisión de Selección Judicial pase de tener nueve a 11 miembros, incluidos tres ministros del gobierno de tres partidos diferentes, tres diputados de partidos diferentes de la coalición de gobierno, dos diputados de la oposición de partidos diferentes y tres jueces del Tribunal Supremo, incluido su presidente.

Los nombramientos se harían por mayoría simple de seis votos para los dos primeros nombramientos durante la legislatura de la Knesset. Los siguientes nombramientos también se harían por mayoría simple, pero entre los seis votos necesarios tendría que haber al menos uno de un diputado de la oposición y de uno de los jueces, con lo que deberá ser un candidato de consenso.

La nueva redacción mantiene, sin embargo, que los tribunales no puedan vetar ningún tipo de legislación que sea aprobada por la Knesset, otro de los puntos críticos que rechaza la oposición.

Dirigentes de la coalición que lidera el primer ministro Benjamin Netanyahu se reunieron este domingo para examinar estos cambios.