El Ministerio de Exteriores palestino señaló el viernes que el derribo ordenado por parte del gobierno de Israel de viviendas en Jerusalén constituye una de las manifestaciones “por excelencia del crimen de limpieza étnica”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados considera que la demolición por parte de las autoridades de ocupación israelíes de la sede de la Asociación Al Bustan, en la ciudad de Silwan, en la Jerusalén ocupada, es “una de las manifestaciones del crimen generalizado de limpieza étnica”, manifestó la mencionada cartera en un comunicado.
Así las cosas, desde el Gobierno palestino han subrayado que, como consecuencia de los ataques denunciados, “cuyo objetivo es demoler todo el barrio de Bustan, más de 1.500 ciudadanos jerosolimitanos” se verán forzosamente desplazados”.
El gobierno de Benjamín Netanyahu utiliza como pretexto para derribar tales edificaciones la falta de permiso para construirlas, aunque casi nunca se otorgan.
Plan israelí para “judaizar” Jerusalén
Recientemente, el investigador palestino Fakhri Abu Diab reveló un nuevo plan israelí para “judaizar” Jerusalén Este, que incluye la demolición de viviendas árabes, así como la confiscación de tierras y propiedades de la ciudad.
En una entrevista con la agencia de noticias Safa, el experto en asuntos de Jerusalén criticó el proyecto llamado “Reviviendo la herencia judía”, que impulsa el Ministerio de Patrimonio israelí.
Este “crimen” es, según las autoridades palestinas, la materialización de la política israelí que pretende vaciar Jerusalén de “sus dueños originales”, así como una de “las formas más horribles de desplazamiento forzado y limpieza étnica de la presencia palestina en la Jerusalén ocupada, para perpetuar su judaización, anexión y conexión con la profundidad israelí”, según declaraciones recogidas por Wafa.
En esta línea, el Ministerio de RR.EE. palestino tildó además de “ilegales” e “inválidas” conforme al Derecho Internacional todas las medidas de ocupación llevadas a cabo en Jerusalén, defendiendo que “Jerusalén Este es una parte integral del territorio palestino ocupado, y es la capital eterna del Estado de Palestina”.
Esta condena del Ministerio de Exteriores palestino llega después de que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, haya recalcado este mismo viernes que los palestinos “no abandonarán su búsqueda de la libertad y la independencia”, asegurando que su mano “permanece tendida a la paz”, aunque “no a cualquier precio”, en un discurso con motivo del 36º aniversario de la Declaración de Independencia de Palestina.