Con el objetivo de aumentar la “conciencia internacional” sobre la situación en la Franja de Gaza y “romper el asedio israelí” sobre el devastado territorio palestino, la activista climática sueca Greta Thunberg y otros 11 activistas zarparon este domingo rumbo al enclave para suministrar ayuda humanitaria.

“El mundo no puede quedarse en silencio como espectadores”, declaró Thunberg sobre la misión. “Este silencio y pasividad que observamos en la mayor parte del mundo es letal. Estamos presenciando una hambruna sistemática de dos millones de personas. Cada uno de nosotros tiene la obligación moral de hacer todo lo posible para luchar por una Palestina libre”, comentó la joven de 22 años de edad.

El velero Madleen -operado por el grupo activista Coalición de la Flotilla de la Libertad- zarpó desde el puerto siciliano de Catania, en el sur de Italia. La estrella de “Juego de Tronos” Liam Cunningham y la eurodiputada francesa Rima Hassan también se encuentran entre los pasajeros, declaró Marco Grimaldi, jefe adjunto de los diputados de Alleanza Verdi Sinistra (AVS), partido de izquierda que apoyó la operación desde un punto de vista logístico y administrativo.

Hassan tiene prohibida la entrada en Israel debido a su oposición activa a los ataques israelíes contra Gaza, destacó el medio Euronews.

Miembro franco-palestina del Parlamento Europeo, Hassan anunció el jueves que se uniría a la misión, afirmando que tenía múltiples objetivos: “denunciar el bloqueo humanitario, el genocidio en curso y la impunidad de Israel, al tiempo que se aumenta la conciencia internacional”.

El objetivo es llegar a las costas de Gaza en un esfuerzo por llevar algo de ayuda y aumentar la “conciencia internacional” sobre la ofensiva israelí y la actual crisis humanitaria en la Franja de Gaza, dijeron los activistas en una conferencia de prensa el domingo, antes de su partida.

“Lo hacemos porque, sean cuales sean las adversidades, tenemos que seguir intentándolo”, declaró Thunberg, que rompió a llorar durante su discurso. “Porque en el momento en que dejamos de intentarlo es cuando perdemos nuestra humanidad. Y no importa lo peligrosa que sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo entero ante el genocidio retransmitido en directo”, añadió.

La Coalición de la Flotilla de la Libertad, fundada en 2010, es un movimiento internacional no violento de solidaridad con los palestinos, con una dimensión humanitaria y de reacción política contra el bloqueo de Gaza, destaca la agencia AFP.

El Madleen es un barco pequeño, “un velero, y lleva jugos, leche, arroz conservas, barras de proteína ofrecidos por centenares de ciudadanos de Catania”, escribió la periodista Andrea Legni que subió a bordo.

A mediados de mayo, Israel suavizó ligeramente su bloqueo de Gaza después de casi tres meses, permitiendo la entrada en el territorio de una cantidad limitada de ayuda humanitaria. Los expertos han advertido de que Gaza corre un nuevo riesgo de hambruna si no entra más ayuda.

Las agencias de la ONU y los principales grupos de ayuda afirman que las restricciones israelíes, el colapso de la ley y el orden y los saqueos generalizados dificultan enormemente la entrega de ayuda a los aproximadamente dos millones de residentes palestinos de Gaza.

Los activistas esperan tardar siete días en llegar a su destino, si no los detienen. Thunberg, que se hizo famosa internacionalmente como activista del clima tras organizar protestas masivas de adolescentes en su Suecia natal, tenía previsto embarcar en un buque de la Flotilla de la Libertad el mes pasado.

Ese intento de llegar a Gaza por mar, a principios de mayo, fracasó después de que otro de los buques del grupo, el Conscience, fuera atacado por dos drones mientras navegaba en aguas internacionales frente a la costa de Malta. El grupo culpó a Israel del ataque, que dañó la parte delantera del barco.

Según Euronews, el grupo de la Flotilla de la Libertad ha sido el último de un creciente número de críticos que acusan a Israel de actos genocidas en su guerra en Gaza. Israel niega vehementemente las acusaciones, afirmando que su guerra está dirigida contra los milicianos de Hamas, no contra los civiles de Gaza, pese a que los ataques israelíes han matado a más de 54.000 personas desde el comienzo de su ofensiva en la Franja de Gaza.

“Estamos rompiendo el asedio a Gaza por mar, pero eso forma parte de una estrategia más amplia de movilizaciones que también intentarán romper el asedio por tierra”, afirmó el activista Thiago Ávila, que citó la próxima Marcha Global a Gaza -iniciativa internacional abierta también a médicos, abogados y medios de comunicación-, que partirá de Egipto y llegará al paso fronterizo de Rafah a mediados de junio para organizar allí una protesta en la que se pedirá a Israel que detenga la ofensiva contra Gaza y reabra la frontera.

La Organización Mundial de la Salud advirtió recientemente que Gaza está al borde de la hambruna, con el 75% de su población enfrentándose a una inseguridad alimentaria de emergencia o catastrófica. La Coalición de la Flotilla de la Libertad busca brindar alivio y desafiar el bloqueo impuesto por Israel durante meses, que ha enfrentado crecientes críticas internacionales.

“Espero que se quede en Gaza”

A pesar del carácter humanitario del viaje, Thunberg ha recibido un torrente de críticas tanto en línea como en medios internacionales.

“Navega hacia Gaza como si fuera un destino vacacional idílico”, declaró Danica De Giorgio, presentadora de Sky News Australia, quien la nombró la “gran perdedora de la semana”.

“Es realmente molesta todo el tiempo”, añadió De Giorgio. Otra comentarista, Prue MacSween, dijo: “Es una terrorista urbana tan grande que encajará perfectamente. Esperemos que se quede allí”.

En redes sociales, muchos usuarios expresaron opiniones similares, con comentarios como “Esperemos que sea un viaje sin retorno” y “Espero que se quede en Gaza”.

Thunberg, quien previamente fue arrestada durante una protesta contra Israel, enfrentó críticas en octubre por no condenar inicialmente la masacre de civiles israelíes por parte de Hamas antes de aclarar luego su postura.

Al respecto, el periodista georgiano Mikheil Khachidze escribió en un blog del diario The Times of Israel: “El momento del viaje de Thunberg -apenas unos meses después del día más mortífero para los judíos desde el Holocausto- parece menos una muestra de solidaridad y más de indignación moral selectiva”.

“Esta no es la primera vez que Greta recibe críticas por sus inclinaciones políticas. Tras los atentados del 7 de octubre de 2023, publicó consignas pro-palestinas en redes sociales, omitiendo mencionar a las víctimas israelíes o la brutalidad de los ataques. Cuando se la presionó, ofreció aclaraciones vagas y tardías, pero el daño ya estaba hecho. Sus seguidores ya lo habían notado: no se trataba de paz, sino de tomar partido”, prosiguió Khachidze.

Y concluyó: “El viaje de Greta Thunberg a Gaza puede que le gane el aplauso en ciertos círculos activistas, pero corre el riesgo de distanciarse de quienes antes la veían como una voz de la razón. Al ignorar la complejidad del conflicto y aparentar legitimar un régimen terrorista bajo el lema de la justicia climática, ha cruzado una línea moral”.