El domingo Sri Lanka fue el escenario del masivo y mortal ataque explosivo que dejó cerca de 290 víctimas fatales y 500 heridos. Los objetivos de los responsables fueron tres iglesias católicas, cuatro hoteles de lujo y una vivienda.
Si bien todavía ningún grupo extremista de ha adjudicado la autoría del ataque, el gobierno ya sindicó a un grupo local, a quien acusa de contar con ayuda internacional, como responsable del masivo atentado.
De acuerdo a las autoridades se trata de National Thowheeth Jama'ath (NTJ), un grupo yihadista acusado anteriormente de realizar ataques contra figuras budistas e incitar al racismo en el país.
Por su parte el portavoz del gabinete, Rajitha Senaratne, señaló que la hipótesis de las autoridades es el NTJ no actuó solo y se aventuraron a decir que en los ataques tiene que haber estado involucrada una red internacional extremista "sin la cual estos ataques no podrían haber tenido éxito", precisó la autoridad.
"No creemos que estos ataques hayan sido llevados a cabo por un grupo de personas reducidas a este país", agregó.
En ese sentido, el presidente, Maithripala Sirisena, dijo que pedirá ayuda a otros países con el fin de encontrar cuáles son esos vínculos internacionales.
Para ello, la organización policial internacional Interpol, anunció que desplegará un equipo de investigación en Sri Lanka, a petición de las autoridades, para reforzar las pesquisas. "El grupo de crisis de Interpol incluye a especialistas en el estudio de la escena del crimen, explosivos y contra-terrorismo, así como expertos en análisis e identificación de víctimas de catástrofes", señaló la organización en un comunicado.
Las autoridades además reconocieron habían recibido información previa sobre posibles ataques que involucraban a un grupo islamita del que no se tiene mucha información. De acuerdo a la agencia Reuters, la advertencia había sido dirigida a Sri Lanka y encontrada por una agencia de inteligencia extranjera el pasado 11 de abril.
Las primeras explosiones se registraron a las 8.45 horas en Colombo, seguidas de otro ataque 20 minutos después. En total, 32 personas de las lista de víctimas fatales son extranjeros de nacionalidad británica, estadounidense, turca, india, china, danesa, holandesa y portuguesa.