Más de 350 personas han muerto en linchamientos perpetrados por grupos parapoliciales y de “autodefensa” locales en Haití desde abril, informó este viernes un portavoz de Naciones Unidas, mientras los movimientos de defensa civil intentan luchar contra la escalada de la guerra de bandas.
Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, dijo en un comunicado que el aumento de la justicia popular, en respuesta a la inseguridad generalizada, también está provocando violencia.
Desde el 24 de abril, cuando civiles lincharon a más de una docena de presuntos miembros de bandas, han muerto al menos 310 supuestos integrantes de esos grupos, 46 civiles y un agente de policía, detalló Shamdasani.
El informe llega después de que a fines de la semana pasada se intensificaran los enfrentamientos en torno al populoso barrio capitalino de Carrefour Feuilles, donde los ataques de la banda Grand Ravine obligaron a cerca de 5.000 personas a huir de sus hogares.
Desde el comienzo de este año, la ONU calcula que al menos 2.439 personas han muerto en medio de la violencia, mientras que unas 200.000 personas se han visto desplazadas internamente en medio de una grave escasez de alimentos, secuestros y violencia sexual generalizada.
La policía haitiana, escasamente armada, ha luchado contra bandas que sí lo están fuertemente y han ampliado drásticamente su territorio desde el año pasado. El gobierno -no electo- del país solicitó una fuerza de seguridad internacional urgente en octubre para ayudar a reforzar su policía.
En julio, Kenia anunció que estaba dispuesta a liderar dicha fuerza, y se espera que el Consejo de Seguridad de la ONU vote al respecto tras una evaluación sobre el terreno en las próximas semanas.
Shamdasani dijo que se han pedido medidas urgentes en relación con la fuerza respaldada por la ONU, en estricto cumplimiento de las normas de derechos humanos. “Hay que proteger los derechos humanos del pueblo haitiano y aliviar su sufrimiento”, afirmó.