Desde que asumió como líder de la Asamblea Nacional venezolana a comienzos de enero pasado y luego como presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó ha levantado una serie de expectativas de cambio en el país sudamericano. Si bien en las semanas posteriores a su ascenso ha logrado unir a la oposición, además de conseguir un creciente respaldo internacional a sus propósitos, tras su retorno el lunes a Caracas luego de una gira de 10 días por cinco países de la región (Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador) se ha vuelto a enfrentar a un escenario complejo, justo en medio de los carnavales, en el que necesita mantener viva la hora de ruta que trazó la oposición para conseguir la salida anticipada de Nicolás Maduro.
El lunes Guaidó logró reunir a cientos de sus adherentes en un mitin en el este de Caracas y al día siguiente sostuvo una reunión con algunos sindicatos de trabajadores del sector público. Además, convocó a una marcha para el sábado y ha insistido en que Venezuela se debe encaminar hacia una transición. El régimen de Maduro, por su parte, ha respondido a los discursos de Guaidó con una convocatoria para una manifestación el mismo sábado, mientras que se ha mantenido en silencio respecto del retorno del dirigente opositor al país vía Panamá. Si bien en su momento Maduro dejó abierta la posibilidad de que Guaidó podría ser detenido si regresaba a Caracas, finalmente aquello no ocurrió.
Luego de las fiestas y el largo feriado, la oposición venezolana está expectante respecto de los próximos pasos que tomará Guaidó. "Los venezolanos son inmediatistas y quieren un gol en cada jugada", dijo a La Tercera el politólogo venezolano Luis Salamanca. A juicio de este experto, el hecho de que Guaidó entrara a Venezuela es una "victoria" y ha revivido el entusiasmo. "La variable temporal es muy importante y al extenderse, la oposición tiene que transmitirle a la gente que todo es parte de un proceso para minar la estrategia de su adversario", agregó.
En lo más inmediato, el chavismo y la oposición volverán a medir fuerza el sábado. Guaidó "tiene que mantenerse dentro de la estrategia del coraje, que es lo que le da credibilidad", señaló a La Tercera el politólogo y exdirector de la Cámara de Comercio de Caracas, Víctor Maldonado. "El régimen tiene poca capacidad de manejo de la situación. Y eso debido a la presión internacional y la capacidad de daño que tienen las sanciones. El presidente Guaidó debe administrarse con eficacia, y no hacer entender que la movilización de los ciudadanos es equivalente a su legitimidad", añadió.
Mientras, el gobierno de Donald Trump lanzó ayer más sanciones contra Venezuela, al revocar 77 visas a funcionarios del gobierno de Maduro. Caracas, por su parte, dio 48 horas al embajador de Alemania para abandonar el país. Algunos expertos coinciden en que la articulación de fuerzas será clave para el avance de la hoja de ruta de la oposición, en especial la coordinación con el grupo de países que respaldan a Guaidó. Ello, de cara a la inminente llegada de la misión de la ONU, la próxima semana a Caracas, que Guaidó podría aprovechar para levantar una nueva gran expectativa.