Guaidó desafía a Maduro tras breve detención que genera condena regional
El Grupo de Lima, menos México, repudió la acción contra el líder de la Asamblea Nacional. Según Caracas, fue una decisión "unitaleral" de funcionarios de inteligencia.
"Si querían enviar un mensaje para que nos escondiéramos, aquí está la respuesta del pueblo: ¡Estamos en la calle! ¡No tenemos miedo!". Así respondió el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el diputado opositor Juan Guaidó, a la detención "express" de la que fue objeto hoy por parte de efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). El incidente, que generó el repudio de los gobiernos de la región, disparó la tensión en Venezuela y aumentó la presión sobre la oposición al régimen de Nicolás Maduro, el cual intentó desmarcarse del hecho.
El diputado de Voluntad Popular fue detenido por un grupo de funcionarios del Sebin que lo apresó cuando iba en un vehículo camino al estado Vargas, en la autopista Caracas-La Guaira. El presidente de la Asamblea Nacional se dirigía a un cabildo abierto convocado en la localidad de Caraballeda, en la costa. Los funcionarios lo bajaron por la fuerza. Después lo empujaron e introdujeron en una camioneta del Sebin, como se vio en un video que circuló en Twitter.
"Trataron de ponerme esposas, no lo permití, porque soy el presidente de la Asamblea Nacional. Dijeron poco, que era una orden. No sabían qué estaban haciendo. Fue poco, estuve secuestrado unos minutos en un carro (vehículo)", detalló más tarde el diputado, según consigna el diario español El Mundo.
Guaidó había extremado sus medidas de seguridad después de las amenazas vertidas contra él por dirigentes chavistas, entre ellas las lanzadas el viernes por la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela. "Ya te acomodé tu celda, con tu respectivo uniforme", escribió en su cuenta de Twitter.
El legislador fue liberado casi una hora después de la detención, que fue calificada por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, como "irregular" y una acción "individual" de funcionarios que según el representante fueron "destituidos". Rodríguez calificó el incidente como un "show mediático" y un "falso positivo" que busca desestabilizar al gobierno de Maduro, quien asumió el jueves un segundo mandato de seis años desconocido por varios gobiernos que lo tildan de "ilegítimo". EE.UU. acusó como responsable del hecho al jefe de inteligencia venezolano, Manuel Christopher Figuera.
Ya en libertad, Guaidó se dirigió a Caraballeda para participar en el cabildo abierto. Allí, desde una tarima, afirmó ante los presentes que su detención era "el golpe de Estado que denunciamos contra el legítimo presidente de la Asamblea Nacional y de toda Venezuela". "Si Rodríguez dijo que (el "secuestro") era espontáneo entonces Maduro ya no controla las FF.AA., porque se rompió la cadena de mando (...) ¿quién comanda hoy el régimen?, si ya reconocen que no controlan los organismos de seguridad del Estado tienen un problema muy grave en Miraflores", expresó el líder de la Asamblea Nacional.
"El régimen pretendió detenerme, pero nada ni nadie nos detendrá. Aquí seguimos adelante por nuestra Venezuela", declaró Guaidó, quien, en medio de los aplausos de los asistentes, confirmó que tenía las competencias de la Presidencia de la República. El líder del Parlamento solicitó luego de la investidura de Maduro apoyo de las FF.AA. y de gobiernos extranjeros para iniciar un proceso de transición y asumir el poder a la espera de la convocatoria a comicios.
Guaidó aprovechó el acto en Caraballeda para llamar a una "gran movilización en todos los rincones de Venezuela" el 23 de enero, fecha emblemática, pues ese día, en 1958, cayó la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. "Fuerzas Armadas Nacionales y organismos públicos, aquí está el pueblo en la calle y vamos a seguir luchando", añadió.
La breve detención de Guaidó generó condena y rechazo en varios entes y gobiernos de América, e incluso varios calificaron el hecho de "secuestro", al tiempo que pidieron a Maduro respetar al Legislativo. El Grupo de Lima, a excepción de México, también lamentó el incidente y expresó su total apoyo a la Asamblea Nacional (ver reacciones).
Para el analista venezolano Nícmer Evans, las declaraciones dadas por Jorge Rodríguez " ponen en evidencia de manera clara y contundente, que en este momento hay un importante resquebrajamiento interno del gobierno". A su juicio, la detención de Guaidó fue un "secuestro" que "pretende generar un mensaje de miedo a la población", según comentó a La Tercera.
En cambio, el abogado constitucionalista José Vicente Haro cree que "la puesta en escena política de Maduro es apaciguar a la oposición, recreando nuevamente una falsa expectativa y esperanza a los venezolanos de una posible salida negociada del poder". Por su parte, el politólogo Luis Salamanca, dijo a este medio que "Maduro está tocado por la acción de Guaidó, porque lo retó, lo desafió y a esta gente no les gusta el desafío".
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