Este miércoles el Papa Francisco llegó a Portugal, donde se realizará la versión XXXVII de la Jornada Mundial de la Juventud, que termina el 6 de agosto. Ahí, se espera que participen miles de jóvenes portugueses, sobre todo considerando que el 88% de la población del país se considera católica, según el Vaticano.
De todos modos, jóvenes de todas partes del mundo se han trasladado al evento, que tiene carácter internacional. Además de Lisboa, el Papa Francisco visitará el santuario de Fátima al final del evento. En su primer día fue recibido por el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, y se reunió también con el primer ministro, António Costa.
Ya en el vuelo a Portugal, el Papa Francisco tuvo un momento para conversar con la prensa. Según Vatican News, “apareció apoyado en su bastón y de buen humor y quiso, como es tradición, saludar uno a uno a los cerca 80 representantes de los medios de todo el mundo que le acompañan en la visita”.
A pesar de la dura agenda que tendrá en Portugal, aseguró que volverá “rejuvenecido” de la Jornada Mundial de la Juventud, que constituye el evento más multitudinario que organiza la Iglesia Católica.
En el mismo vuelo de avión, el Papa aseguró que seguirá “haciendo lío”, refiriéndose a lo que dijo a unos jóvenes argentinos hace 10 años, en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro. “Ya han pasado 10 años de aquel ‘Hagan lío’”, se le preguntó a Francisco, a lo que contestó: “Y seguiremos haciendo lío”.
Ya en la capital portuguesa, el Papa tuvo un primer discurso público en el Centro Cultural de Belém. En el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud, su alocución se vio cargada de mensajes para la Unión Europea en su conjunto. “Mirando con cariño sincero a Europa, en el espíritu de diálogo que la caracteriza, nos saldría espontáneo preguntarle: ¿hacia dónde navegas, si no ofreces procesos de paz, caminos creativos para poner fin a la guerra en Ucrania y a tantos conflictos que ensangrientan el mundo?”, se preguntó el Pontífice.
“¿Hacia dónde navegan, Europa y Occidente, con el descarte de los ancianos, los muros de alambre de púas, las tragedias en el mar y las cunas vacías? ¿Hacia dónde van si, ante el dolor de vivir, ofrecen remedios superficiales y equivocados, como el fácil acceso a la muerte”, indicó el líder de la Iglesia Católica, refiriéndose a los migrantes que año a año cruzan el Mediterráneo para vivir en Europa, un tema en que el Papa Francisco ha abordado en variadas ocasiones.
Su discurso continuó: “Jóvenes de todo el mundo, que cultivan deseos de unidad, de paz y de fraternidad, nos desafían a hacer realidad sus sueños de bien. No están en las calles para gritar de rabia, sino para compartir la esperanza del Evangelio”.
“En el mundo desarrollado de hoy, paradójicamente, se ha convertido en una prioridad la defensa de la vida humana, puesta en peligro por las derivas utilitaristas que la usan y la desechan. Pienso en tantos niños no nacidos y ancianos abandonados a su suerte; en la dificultad por acoger, proteger, promover e integrar a los que vienen de lejos y llaman a las puertas; en la soledad de muchas familias que luchan por traer al mundo y criar a sus hijos”, indicó el Papa.
Esta es la edición XXXVII de la Jornada Mundial de la Juventud: la primera fue impulsada por el Papa Juan Pablo II. El encuentro de jóvenes se da como una oportunidad de peregrinaje y celebración para el mundo católico. “Se presenta como una invitación a una generación para que construya un mundo más justo y solidario”, se lee en la página del evento.
Esta no es la primera jornada celebrada por el Papa Francisco: la primera para él tuvo lugar en Río de Janeiro, en julio de 2013, mientras que una segunda ocurrió en Panamá el año 2019. Se calcula que en Río se contó con la presencia de tres millones de fieles. En julio de 2016 llegó a Cracovia, en Polonia, para celebrar la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, donde alentó a los jóvenes de todo el mundo a enseñar a los adultos “a convivir en la diversidad”.
El Papa Francisco reconoció, durante su primera homilía en la Jornada Mundial de la Juventud, en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa, que los “escándalos” han “desfigurado” el rostro de la Iglesia, y pidió “acoger y escuchar siempre” a las víctimas de abusos.
En esa línea, el Papa se reunió este miércoles con víctimas de abusos sexuales por parte del clero, seis meses después de que un informe sobre el tema sacudiera a la nación europea, dijo el Vaticano en un comunicado.
El encuentro con 13 víctimas se produjo en la Nunciatura Apostólica en la capital portuguesa, Lisboa, detalló el comunicado, añadiendo que tuvo lugar en un “ambiente de intensa escucha” y duró más de una hora.
El festival de la Jornada Mundial de la Juventud, de una semana de duración, se celebra después de que un informe de una comisión portuguesa revelara en febrero de este año que al menos 4.815 menores del país sufrieron abusos sexuales por parte del clero -en su mayoría, sacerdotes- a lo largo de siete décadas.
El pasado 20 de julio, el Patriarca de Lisboa, cardenal Manuel Clemente, informó que, efectivamente, el Papa se reuniría, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023, de manera “privada y reservada” con un grupo de víctimas. El purpurado explicó que se había tomado la decisión de hacerlo así para proteger “la privacidad de estas personas”.
Luego de su operación por hernia abdominal, que lo tuvo hospitalizado durante nueve días, la estancia del Papa en Portugal le permitirá comprobar su recuperación física. Además, tendrá un viaje al santuario de Fátima, y otra salida a Cascais, donde hay una escuela que desarrolla un programa educativo iniciado por él en Buenos Aires en 2001.