El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, acogió “con satisfacción” la reapertura de la investigación sobre la explosión registrada en agosto de 2020 en el puerto de Beirut, Líbano, después de que llevase trece meses suspendida.

El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, recordó que “el secretario general ha sido muy claro desde el principio que las víctimas de la explosión y sus familias (...) se merecen una investigación sólida que conduzca a la rendición de cuentas de aquellos que tuvieron algo que ver en que se produjera este desastre”.

Dujarric insistió en una rueda de prensa en que lo que le gustaría ver a la ONU es “una investigación y una rendición de cuentas sólidas, abiertas y transparentes”.

El juez libanés Tarek Bitar retomó este lunes las investigaciones en torno a la explosión registrada en agosto de 2020 en el puerto de la capital, Beirut, tras más de un año suspendidas por varias demandas contra él que provocaron la paralización de las pesquisas.

Bitar detalló en declaraciones al diario L’Orient le Jour que el reinicio de las investigaciones había sido adoptado tras “estudios jurídicos llevados a cabo desde hace un mes para salir de la parálisis en la que se vio sumida la pesquisa por múltiples recursos judiciales”.

Tras ello, el investigador jefe de la explosión imputó este martes al fiscal general del país, Ghasán Ueidat, y otros tres jueces, medida que ha provocado la reacción de la Fiscalía, que presentó una notificación ante los tribunales para que no se apliquen las imputaciones al considerarlas inválidas.

El malestar popular ha ido al alza durante los últimos meses debido al bloqueo de las investigaciones y los retrasos en la retirada de la inmunidad de los exministros y parlamentarios a los que el juez Bitar citó a declarar en el marco de las pesquisas, entre ellos el ex primer ministro Hasán Diab, quien dimitió en medio de la oleada de protestas tras el suceso.