Miles de personas en Haití afrontan una grave escasez de agua tras días de protestas que prácticamente detuvieron la distribución del suministro, mientras que una tormenta que se aproxima a la isla causa más intrigas.
Muchos residentes de Puerto Príncipe, la capital del país, se han visto obligados a refugiarse en sus casas esta semana en medio de enfrentamientos entre bandas armadas y bloqueos de calles durante las protestas por la delincuencia generalizada y el alza del precio del combustible.
Esto ha generado demoras en las entregas de las empresas que suelen suministrar el vital elemento en la ciudad, donde las temperaturas máximas diarias han alcanzado los 34 grados Celsius.
Muchos ciudadanos aprovecharon una esperada tregua de medio día para correr a los centros de distribución y abastecerse de agua y gas de cocina.
El temor a la llegada de la tormenta tropical “Fiona” también alimentó la prisa por conseguir el suministro. Los meteorólogos dijeron que las lluvias más intensas del frente probablemente afecten a la vecina República Dominicana.
Los nuevos disturbios en el país se dieron en un momento en que la inflación se disparó a su nivel más alto en una década y la violencia de las bandas ha dejado cientos de muertos y miles de desplazados, con gran parte del territorio de Haití fuera del control del gobierno.