Los incendios que continúan asolando California dejan al menos 56 muertos, según el último balance revelado por las autoridades, que incrementan sus esfuerzos para seguir  la pista de unas 130 personas reportadas como desaparecidas.

"Los restos de ocho nuevas víctimas fueron encontrados" el miércoles en la  arrasada localidad de Paradise, de 26.000 habitantes, ubicada a los pies de las  montañas de la Sierra Nevada y al norte de la capital estatal Sacramento,  anunció el sheriff Kory Honea.

"Eso lleva el total a 56" muertos, dijo. "Pensamos que hemos identificado a 47, pero estamos esperando confirmaciones de ADN", agregó Honea en una conferencia de prensa en la que anunció también la pronta llegada de material de punta para hacer análisis genéticos ultrarrápidos.

"A partir de mañana (jueves), todos los que piensen que un miembro de su  familia ha fallecido pueden venir a dejar una muestra de ADN", detalló el  sheriff, quien dijo que ahora la prioridad es la búsqueda de víctimas del  llamado "Camp Fire", el incendio forestal más mortal en la historia de este  estado del oeste de Estados Unidos.

Los efectivos dedicados a esa tarea han sido multiplicados y ahora suman  461 personas las que rastrillan el terreno, ayudadas de 22 perros especializados en la búsqueda de restos humanos.

Los policías ya han logrado ubicar a más de 200 personas que se creían desaparecidas, se felicitó el sheriff.

Pero en la tarde del miércoles, unos 130 nombres seguían en la lista de  desaparecidos, sobre todo ancianos residenciados en Paradise, una ciudad donde  habitan muchos jubilados y que quedó completamente destruida por el incendio,  que ya ha quemado unas 56.000 hectáreas.

Varias centenas de kilómetros al sur, cerca de Los Ángeles, el "Woolsey  Fire" -en tanto- ha hecho arder casi 40.000 hectáreas, dejando al menos tres  muertos.

El fuego fue declarado allí la semana pasada, como en el norte, y se ha  propagado rápidamente, afectando al célebre balneario de Malibú, en el oeste de  Los Ángeles, donde sin embargo fueron levantadas órdenes de evacuación para  algunas zonas este miércoles.

Un maratón

El presidente Donald Trump expresó el miércoles su apoyo a los californianos en Twitter.

Pero el sábado había provocado una polémica al acusar al estado de  California de "mala gestión" forestal, en zonas que en su mayoría están bajo  control federal.

"Paradise estaba bien preparada para este tipo de emergencias, pero este  fuego ha sido sin precedentes, resistente, y mucha gente se vio atrapada", pese  a las órdenes de evacuación, declaró el gobernador demócrata de California  Jerry Brown, quien se reunió con afectados y efectivos desplegados en la zona.

Los bomberos californianos ha recibido una importante ayuda por aire, pero  el fuego continúa avanzando. En el norte del estado, las precipitaciones podrían llegar para ayudar a combatir las llamas, pero no antes del final de la  próxima semana.

Las autoridades locales también emitieron una alerta por contaminación del aire debido a los incendios.

En tanto, muchas órdenes de evacuación siguen vigentes y no se espera que  sean levantadas por varias semanas.

Las familias cuyas casas quedaron calcinadas de todos modos no podrían ya  volver. "Es un maratón, no un sprint, pero debemos trabajar todos juntos en la  reconstrucción", declaró Mark Ghilarducci, del servicio de urgencias de  California.

Carol Hansford, de 83 años, dijo a la AFP en en Chico, cerca de Paradise,  que quiere tirar la toalla. "Ya he sido evacuada dos veces, creo que se acabó  para mí. No quiero estar más en medio de pinos", dijo.

"He perdido todo. Teníamos una gran casa que yo había limpiado el día  anterior y ahora no quedan más que cenizas", se lamenta la anciana.

El origen de los incendios no está claro pero muchas víctimas han lanzado  una querella colectiva en San Francisco contra la compañía local de  electricidad Pacific Gas & Electricity (PG&E).

Según la denuncia del abogado Mike Danko, que representa a 20 víctimas del  "Camp Fire", el incendio pudo haber sido causado por las "chispas de soldadura"  sobre una línea de alta tensión de esa compañía.

Una portavoz de PG&E desmintió toda responsabilidad de la empresa.

Desde hace un año, California ha vivido varios incendios mayores que han  dejado, en total, casi 100 muertos, y quemado centenares de miles de hectáreas.  La sequía afecta duramente desde hace varios años gran parte de este estado del  oeste de Estados Unidos.