El jefe del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Ismail Haniye, ha destacado que el grupo “avanza hacia una gran victoria” en sus combates contra Israel, a raíz del ataque sin precedentes lanzado el 7 de octubre en territorio israelí, que dejó cerca de 1.400 muertos y más de 220 secuestrados.
“Las masacres cometidas por la ocupación intentan encubrir su gran fracaso ante la resistencia”, ha manifestado, en referencia a los bombardeos desencadenados por el Ejército de Israel contra la Franja de Gaza tras la ofensiva de Hamás, que se suceden desde hace más de dos semanas.
Asimismo, ha hecho un llamamiento desde Jordania a “continuar las actividades a Palestina y a la resistencia” y a avanzar hacia la entrega de ayuda humanitaria en la Franja, a donde han entrado varias decenas de camiones a raíz de un acuerdo para dar ayuda a través del paso de Rafá, en la frontera con Egipto.
Haniye ha incidido en que “Gaza es testigo y mártir en la era del renacimiento, la dignidad, la gloria y la fuerza extrema ante el ocupante que usurpa tierras y lugares santos”, al tiempo que ha subrayado “la unidad de la nación tras esta causa sagrada”.
En este sentido, ha manifestado que los ataques del 7 de octubre fueron “un golpe demoledor” y “un acto glorioso”, así como “un hito y un punto de inflexión en la historia del conflicto”, ya que “derribó la doctrina de seguridad de la entidad sionista”.
“Supuso superarla a nivel militar, de seguridad e Inteligencia y dio un enorme golpe a los aliados de la ocupación que han apoyado esta injusticia histórica contra el pueblo palestino”, ha dicho, al tiempo que ha destacado que el objetivo de Hamás y otros grupos armados palestinos es “la liberación”.
Por último, Haniye ha reseñado que la situación “no es la misma que antes” y ha argüido que “el asunto de Palestina, que algunos consideraban superado y olvidado, se ha convertido ahora en la principal prioridad del mundo”, según ha recogido el diario palestino ‘Filastin’, vinculado a Hamás.
Los ataques del Ejército de Israel contra Gaza tras el ataque de Hamás han dejado casi 4.700 palestinos muertos -entre ellos más de 1.800 niños- y alrededor de 14.000 heridos. Además, en torno a 1,4 millones de palestinos se han visto desplazados, de acuerdo con la última evaluación de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA).