Un ataque aéreo israelí mató el martes a cientos de personas en un hospital de la Ciudad de Gaza, informaron las autoridades sanitarias del enclave palestino, una responsabilidad que Israel negó. El ataque ocurrió un día antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visite Israel y Jordania.
Un jefe de la defensa civil de Gaza dijo a la cadena de televisión Al Jazeera, que más de 300 personas habían muerto en el hospital Al-Ahli al-Arabi. Mientras que un funcionario del Ministerio de Salud de Gaza, aseguró que al menos 500 personas habían perdido la vida en el ataque. Según el medio qatarí, en la acción también resultó afectada una escuela administrada por la ONU que albergaba a refugiados.
El líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas), Ismail Haniyeh, culpó a Estados Unidos por apoyar a Israel tras el bombardeo contra el hospital en la Franja de Gaza. Haniyeh tildó de “brutalidad” el ataque y señaló que esto “confirma el alcance de su derrota”, mientras que también hizo un llamado a los palestinos que viven en Cisjordania para levantarse contra la “ocupación israelí”, según informó la cadena de televisión qatarí Al Jazeera.
Tras el ataque, el presidente palestino, Mahmoud Abbas -quien declaró tres días de luto- canceló una reunión prevista con Biden. La reunión debía tener lugar en Jordania el miércoles, pero un alto funcionario palestino dijo que el mandatario regresaba a Ramala. Más tarde el martes, el rey Abdullah II de Jordania canceló toda la cumbre que debía reunir a Biden con los líderes egipcios y palestinos. “Después de consultar con el rey Abdullah II de Jordania y a la luz de los días de luto anunciados por el presidente Abbas de la Autoridad Palestina, el presidente Biden pospondrá su viaje a Jordania y la reunión prevista con estos dos líderes y el presidente Sisi de Egipto”, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
La agencia Reuters dijo que el ataque al hospital de Gaza complica el “arriesgado” viaje de Biden a Israel. “Este tipo de sucesos, turbios, pero horribles, dificultan la diplomacia y aumentan los riesgos de escalada”, afirmó Richard Gowan, director de la ONU en International Crisis Group. “La visita de Biden pretendía subrayar que Estados Unidos controla la situación. Un incidente trágico como éste demuestra lo difícil que es mantener la guerra bajo control”, agregó.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que, basándose en “información de inteligencia, un cohete fallido de la Yihad Islámica Palestina causó la explosión mortal en el hospital de Gaza”. En un comunicado, indicaron que “a partir de un análisis de los sistemas operativos de las FDI, se llevó a cabo un bombardeo de cohetes enemigos hacia Israel, que pasó en las cercanías del hospital, cuando fue alcanzado”. Según The Wall Street Journal, la Yihad Islámica Palestina negó su participación en el hecho.
El primer ministro Benjamin Netanyahu respondió: “Que el mundo sepa: los terroristas bárbaros de Gaza son los que atacaron el hospital de Gaza, no las FDI. Aquellos que asesinaron brutalmente a nuestros niños también están asesinando a los suyos propios”.
“Según la información de inteligencia, de varias fuentes que tenemos, la organización Yihad Islámica es responsable del fallido disparo (del cohete) que impactó en el hospital”, añadió.
Poco antes, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) había informado que un ataque aéreo israelí había matado al menos a seis personas en una de sus escuelas que ha estado funcionando como refugio para personas desplazadas.
Hamas afirmó que la explosión en el hospital había matado sobre todo a personas desplazadas.
Wael al-Dahdouh, corresponsal en el terreno de Al Jazeera en árabe, indicó que el supuesto bombardeo israelí del hospital ha provocado múltiples incendios y es probable que el número de muertos aumente.
“Las familias se refugiaban en el hospital e intentaban recibir tratamiento, cada día llegaba más gente al hospital. Alrededor de 2.000 personas estaban en el hospital, Israel utilizó un tipo específico de cohete para atacar este hospital, el cohete apuntó a personas de una manera muy específica”, dijo. “Lo que está sucediendo no se puede describir, lo que estamos viendo es impactante”, añadió.
Mahmoud Bassal, portavoz de la defensa civil en Gaza, describió el supuesto bombardeo israelí del hospital al-Ahli al-Arab en la Ciudad de Gaza como una “masacre”. “Lo que está pasando es un castigo colectivo. ¿Cuándo defenderá el mundo a Gaza? Este es el nivel más alto de agresión de Israel. El suelo del hospital está cubierto de cadáveres y no tenemos a nadie que los recoja”, dijo a Al Jazeera en árabe.
“Es un pogromo. No tiene precedentes en la historia del conflicto palestino-israelí”, añadió.
Según la agencia turca Anadolu, el secretario de la Organización para la Liberación de Palestina, Hussein al-Sheikh, calificó el ataque de “masacre” y “genocidio”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto acusó a Israel de un “bombardeo deliberado” contra el hospital de Gaza, denunciando en “términos más enérgicos” el ataque. Y agregó que la comunidad internacional debe intervenir urgentemente. “Egipto condena en los términos más enérgicos el bombardeo israelí del hospital en la Franja de Gaza, que provocó la muerte de palestinos inocentes e hirió a otros en Gaza”, señalaron.
A su turno, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía afirmó en un comunicado que se trataba de un “ataque bárbaro”. “Estamos profundamente indignados porque cientos de palestinos perdieron la vida y muchos más resultaron heridos como resultado del ataque contra un hospital en Gaza hoy, y condenamos estos ataques bárbaros en los términos más enérgicos”, indicó el comunicado.
Irán emitió una declaración redactada de manera similar condenando las muertes y lesiones de cientos de “personas desarmadas e indefensas”, informaron los medios estatales iraníes. Fue, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, “un salvaje crimen de guerra”.
Una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar señaló que “la expansión de los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza para incluir hospitales, escuelas y otros centros de población es una escalada peligrosa”.
Mientras que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, comentó que las noticias procedentes de Gaza son “horribles, inaceptables” y que atacar un hospital es ilegal, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) condenó enérgicamente la acción contra el hospital árabe Al-Ahli de Gaza. “Pedimos la protección inmediata de los civiles y la atención sanitaria, y que se revoquen las órdenes de evacuación”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una declaración publicada en las redes sociales.
“Estamos horrorizados por el reciente bombardeo del Hospital Árabe Ahli en la Ciudad de Gaza, que atendía a pacientes y acogía a habitantes de Gaza desplazados. Según los informes, cientos de personas han muerto. Esto es una masacre. Es absolutamente inaceptable”, dijo el doctor Ghassan Abu-Sittah, médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza. “Estábamos operando en el hospital, hubo una fuerte explosión y el techo se cayó sobre el quirófano. Esto es una masacre”, denunció.
El ataque ocurrió en momentos en que crecen los temores de que la gente en Gaza esté empezando a morir deshidratada a medida que se agota el agua potable, en medio de un bloqueo total de alimentos, electricidad, medicinas y combustible por parte de Israel.
La UNRWA dijo que la última planta desalinizadora de agua de mar de Gaza había cerrado, lo que plantea el riesgo de más muertes y enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la disentería. Seis pozos de agua, tres estaciones de bombeo de agua y un depósito de agua, que en conjunto abastecían a más de 1,1 millones de personas, también están fuera de servicio, afirmó.