El grupo islamista Hamas no se ha retirado de las conversaciones de alto el fuego tras los mortíferos ataques israelíes del fin de semana en Gaza, dijo el domingo un funcionario de alto rango del grupo.
Izzat El-Reshiq, miembro de la oficina política de Hamás, acusó también al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de intentar desbaratar los esfuerzos de los mediadores árabes y de Estados Unidos para alcanzar un acuerdo de alto el fuego.
El ataque del sábado en la zona de Jan Yunis de Gaza, en el que murieron al menos 90 palestinos según las autoridades sanitarias locales, ha puesto en entredicho las conversaciones.
En los últimos días había indicios cada vez más esperanzadores de que podría alcanzarse un acuerdo para detener los combates y devolver a los rehenes retenidos en Gaza.
La escalada de ataques de Netanyahu y su gobierno pretende frustrar los esfuerzos por poner fin al conflicto, afirmó Reshiq.
Dos fuentes de seguridad egipcias presentes en las conversaciones sobre el alto el fuego en Doha y El Cairo habían declarado el sábado que las negociaciones se habían interrumpido luego de tres días de intensas conversaciones.
El ataque del sábado contra Mohamed Deif mató a Rafa Salama, comandante de la brigada de Hamas en Jan Yunis, informó el Ejército israelí, pero no hubo confirmación sobre la suerte del comandante militar del grupo.
“El ataque en Jan Yunis fue el resultado de una operación de inteligencia quirúrgica”, declaró el domingo el jefe del servicio de seguridad interior Shin Bet, agregando que 25 operativos de Hamas que participaron en el ataque del 7 de octubre en el sur de Israel que desencadenó la guerra habían muerto en la última semana.
El sábado, un funcionario de alto rango de Hamas negó que Deif hubiera muerto y el grupo dijo que las afirmaciones israelíes pretendían justificar el ataque.
El domingo, las fuerzas israelíes siguieron bombardeando por tierra y aire varias zonas del enclave costero, donde viven 2,3 millones de personas, la mayoría desplazadas por la guerra.
Un ataque contra una escuela gestionada por la ONU en Nuseirat, uno de los ocho campos de refugiados que existen desde hace tiempo en la Franja de Gaza, dejó 15 palestinos muertos e hirió a docenas más, informaron los medios de comunicación y responsables sanitarios de Hamás.
El Ejército israelí dijo que el lugar se utilizaba como base para que los combatientes de Hamas atacaran a las fuerzas israelíes y afirmó que se habían tomado numerosas medidas para limitar el riesgo de dañar a civiles.
A primera hora del domingo, ataques aéreos israelíes contra cuatro casas de la ciudad de Gaza dejaron al menos a 16 palestinos muertos y decenas de heridos, informaron médicos.
Según el Ministerio de Sanidad, 141 palestinos murieron por ataques militares israelíes en toda la Franja de Gaza en el último día, el mayor número de víctimas mortales en una jornada en muchas semanas.
El Ministerio de Sanidad de Gaza no distingue entre combatientes y no combatientes, pero los funcionarios afirman que la mayoría de los muertos a lo largo de la guerra han sido civiles.