Seis meses después de que Estados Unidos ofreciera una recompensa de un millón de dólares por cualquier información que ayudara a localizarlo, la cadena estadounidense NBC señaló que los servicios de inteligencia de EE.UU. han recibido informes que indican que Hamza bin Laden, considerado uno de los líderes actuales de Al Qaeda, falleció.

Tres fuentes del gobierno estadounidense, que pidieron mantener su anonimato, confirmaron a NBC la muerte del hijo favorito de Osama bin Laden. Sin embargo, no dieron detalles sobre cómo y dónde falleció. Tampoco se sabe si Estados Unidos tuvo algo que ver con la muerte del joven de 30 años. Donald Trump dijo que no haría comentarios al respecto al ser requerido por la prensa.

Hamza bin Laden, hijo de una de las esposas favoritas de Bin Laden, ha sido por años considerado como su sucesor natural en la red terrorista. Es por eso que varios países lo tenían en su radar, mientras que Arabia Saudita le revocó su ciudadanía.

Michael Evanoff, secretario adjunto para Seguridad Diplomática de Estados Unidos, aseguró que Osama bin Laden, quien murió a manos de fuerzas estadounidenses en mayo de 2011, pasó años preparando a Hamza para asumir el liderazgo de Al Qaeda, que seguiría al mando del egipcio Ayman al Zawahiri.

Expertos advierten que no se puede menospreciar la amenaza que aún representa Al Qaeda, pese a que en los últimos años ha vivido a la sombra del Estado Islámico.

A pesar de que Al Qaeda siempre menospreció a las mujeres, se cree que Bin Laden valoraba y respetaba a cada una de sus esposas. Sin embargo, siempre tuvo una favorita, y esta justamente era la madre de Hamza, Khairiah Sabar. La psicóloga infantil venía de una respetada familia de Arabia Saudita y era la más educada y fiel de las esposas del autor de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Con el correr de los años, Hamza emergió como uno de los hijos favoritos de Bin Laden. Siendo un pequeño adolescente ya aparecía en videos de propaganda, en los entrenamientos con combatientes de Al Qaeda y también daba sermones imitando a su padre.

Después de los ataques contra las Torres Gemelas, Hamza se vio obligado a buscar un refugio seguro junto a su familia. Años después, la inteligencia de Occidente situó al hijo de Bin Laden en Teherán. Incluso se piensa que Khairiah Sabar se preocupó de que su hijo continuara sus estudios.

Osama bin Laden temía de la retóricas que pudiera adoptar Hamza. Por eso lo protegió mucho y lo mantuvo escondido, bajo la atenta mirada de un guardaespaldas designado por él mismo.

Desde la muerte de Bin Laden, en Pakistán, el discurso de Hamza empezó a parecerse al que su padre tenía en las década de los 90 y los 2000. Esto se nota especialmente cuando hablaba de la "ocupación" de Arabia Saudita y de la idea de que Estados Unidos está "robando" la riqueza del mundo musulmán.