La vicepresidenta Kamala Harris arremetió el martes contra Donald Trump en su primer mitin de campaña desde que sustituyó al mandatario Joe Biden como candidata demócrata, y un sondeo de opinión de Reuters/Ipsos le daba una leve ventaja sobre el aspirante republicano.
“En esta campaña, les prometo que pondré con orgullo mis antecedentes contra los suyos en cualquier día de la semana”, dijo a una multitud de varios miles de personas en el West Allis Central High School, en un suburbio de Milwaukee en Wisconsin, un estado en disputa para la batalla electoral del 5 de noviembre.
“¿Queremos vivir en un país de libertad, compasión y estado de derecho, o en un país de caos, miedo y odio?”, preguntó.
Harris aventaja a Trump por un 44% frente a un 42% entre los votantes registrados en una encuesta nacional de Reuters/Ipsos, realizada entre lunes y martes, después de que Biden abandonó la contienda y apoyó a la actual vicepresidenta como su reemplazo.
Encuestas anteriores situaban a Harris y Trump empatados a un 44% hace una semana y al republicano por delante por un punto porcentual a principios de mes.
En los tres casos, la diferencia está dentro del margen de error de 3 puntos de la encuesta, pero los resultados podrían indicar algún movimiento limitado en la dirección de los demócratas, y sugerir que el ascenso de Harris a la cabeza de la candidatura ha frenado cualquier impulso que Trump pudo haber ganado en la Convención Nacional Republicana.
Harris consolidó rápidamente el apoyo de su partido después de que Biden, de 81 años, abandonó su campaña de reelección el domingo, tras semanas de llamados desde dentro de su propio partido para que pusiera fin a su candidatura, cuestionando su capacidad para vencer a Trump o para completar otro mandato.
El lunes por la noche, Harris se hizo con la nominación al obtener el compromiso de la mayoría de los delegados que en la convención del partido del mes que viene determinarán al candidato, informó su campaña.
La mayoría de los legisladores demócratas la han respaldado, incluidos los líderes del partido en el Senado y la Cámara de Representantes, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, que la apoyaron el martes en una rueda de prensa conjunta.
Un sondeo no oficial de delegados realizado por The Associated Press mostraba a Harris con más de 2.500 delegados, muy por encima de los 1.976 necesarios para ganar una votación en las próximas semanas. Los delegados aún podrían, técnicamente, cambiar de opinión, pero nadie más recibió algún voto en la encuesta de AP y unos 54 delegados se declararon indecisos.
El ascenso de Harris modifica radicalmente unas elecciones en las que muchos votantes estaban descontentos con sus opciones.
Lastrado por preocupaciones como su edad y los altos precios que siguen pesando en la economía, Biden había ido perdiendo terreno frente a Trump en las encuestas de opinión, sobre todo en los estados que probablemente determinen la elección, entre ellos Wisconsin, Arizona y Nevada.
Retoma la campaña
El mitin en Wisconsin ofreció otra oportunidad a Harris, la primera mujer negra y asiático-estadounidense que ocupa la vicepresidencia, para revitalizar la campaña de los demócratas.
Harris también ha estado recaudando fondos para su campaña, que dijo el lunes que había recibido 100 millones de dólares desde que Biden desistió, superando los 95 millones de dólares que la campaña de Biden tenía en el banco a finales de junio.
Si bien una pléyade de demócratas se ha alineado detrás de Harris, el grupo por la justicia racial Black Lives Matter cuestionó el martes la rapidez con la que se decidió su candidatura.
Pidió unas primarias nacionales virtuales antes de la Convención Nacional Demócrata que se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago, donde el partido designará formalmente a su candidato.
“Pedimos al Comité de Reglas que cree un proceso que permita la participación pública en el proceso de nominación, no solo una nominación por parte de los delegados del partido”, dijo Black Lives Matter en un comunicado a Reuters. “Este momento exige una acción decidida para proteger la integridad de nuestra democracia y las voces de los votantes negros”.
Impulso en estados indecisos
Biden dijo en X que pronunciaría un discurso el miércoles por la noche en el Despacho Oval para explicar su decisión de poner fin a su campaña.
El presidente regresa a Washington el martes tras pasar varios días aislado en casa con Covid-19. Su médico dijo el martes que dio negativo en las pruebas y ya no tiene síntomas.
La dramática salida de Biden se anunció después de que Trump sobrevivió a un intento de asesinato el 13 de julio, que suscitó dudas sobre los fallos de seguridad del Servicio Secreto. La directora de la agencia, Kimberly Cheatle, dimitió el martes después de que numerosos legisladores pidieron su renuncia.
Trump y sus aliados han tratado de vincular a Harris con algunas de las políticas más impopulares de Biden, incluida la gestión de su administración de la oleada de migrantes en la frontera sur con México.
“El pésimo historial de Kamala Harris es de completo fracaso y total incompetencia. Sus políticas son las políticas de Biden, y viceversa”, dijo el portavoz de Trump, Steven Cheung.
Wisconsin está entre un trío de estados del cinturón industrial que incluyen Michigan y Pennsylvania y que son críticos para las posibilidades de los demócratas de derrotar a Trump.
“Hay independientes y jóvenes a los que no les gustaban sus opciones, y Harris tiene la oportunidad de ganárselos”, dijo Paul Kendrick, director ejecutivo del grupo demócrata Rust Belt Rising.
El presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison, dijo en una entrevista en el programa “Today” de la NBC que el partido tenía que actuar con rapidez para que la candidatura esté en las papeletas de los 50 estados, y que la elección del vicepresidente tenía que hacerse antes del 7 de agosto.
“Este proceso va a ser justo, transparente y abierto, pero va a ser rápido”, dijo Harrison.
La lista de candidatos incluye al secretario de Transporte, Pete Buttigieg; al gobernador de Kentucky, Andy Beshear; al gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper; al senador de Arizona Mark Kelly; al gobernador de Pennsylvania, Josh Shapiro; al gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, y a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, según fuentes.