El presidente número 47 de Estados Unidos será electo en los comicios de este martes, para que gobierne el período entre 2025 y 2029, y como es habitual en el país norteamericano, la pelea es entre dos candidatos principales: el republicano y expresidente Donald Trump, y la actual vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris.

Aunque ya se ha convertido en un cliché, tanto los candidatos como sus seguidores afirman que es la elección más importante de sus vidas, asegurando que tanto la democracia como el estilo de vida norteamericano está en juego. Se han recaudado y gastado cantidades récord de dinero en anuncios de campaña, y la cobertura mediática en prensa, televisiva, online y en podcasts nunca ha sido más intensa ni más polarizada.

Además del inquilino de la Casa Blanca, se renovarán a los 435 legisladores que componen la Cámara de Representantes además de 34 de los 100 senadores. Junto con eso, 11 estados eligen a su gobernador, al tiempo que algunos referéndums estatales tendrán lugar.

Una mujer votando en Manhattan, Nueva York. Foto: Reuters

Cómo se vota

Aunque se habla del “election day” o día de las elecciones, la verdad es que cerca de 80 millones de estadounidenses ya votaron, sea por correo o por urnas puestas previamente, en miras a evitar largas filas, mal clima u otros inconvenientes. El primer día de votación anticipada en Georgia “rompió récords”, según funcionarios estatales, mientras que más de 97.000 personas votaron el primer día en Wisconsin.

Con la excepción de Alabama, Mississippi y New Hampshire, todos los estados dan a los votantes la oportunidad de emitir su voto en persona en un colegio electoral antes del día de los comicios, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.

Algunos estados ofrecen una versión de votación anticipada llamada votación “en ausencia en persona”, en la que un elector puede obtener y presentar una boleta de voto en un lugar de votación antes del día de las elecciones. En total, son 240 millones los estadounidenses llamados a votar.

Por quién se vota

El duelo central es entre la candidata demócrata y su rival republicano. Kamala Harris, de 60 años y actual vicepresidenta, llegó a la papeleta luego de que Joe Biden se retirara de la carrera en julio, ganando la nominación del partido. Antes de convertirse en vicepresidenta, Harris había sido senadora y fiscal general de California. De ganar, se convertiría en la primera mujer, negra y surasiática en ser electa presidenta.

Por el lado republicano, Donald Trump, de 78, está en su tercera carrera consecutiva por la Casa Blanca, habiendo ganado la primera vez y gobernado entre 2017 y 2021. Empresario y estrella de realities, es el primer presidente en haber sido juzgado políticamente dos veces, y el primero también en ser condenado por un crimen. Asimismo, es el nominado de un gran partido más viejo de la historia –desde que Biden se retiró–, y sobrevivió a dos intentos de asesinato este verano.

A pesar de que no aparecen con una frecuencia similar a la de Harris y Trump en los medios, hay otros tres candidatos que van por presidente en esta elección: aún sin muchas posibilidades de ganar, podrían quitar preciados votos en los “estados bisagra”. Se trata de Chase Oliver (39) del Partido Libertario, Jill Stein (74), del Partido Verde, y Cornel West (71), que va como independiente.

Carteles políticos en Phoenix, Arizona. Foto: Reuters

Cómo se elige al presidente

A diferencia de otras repúblicas presidencialistas, el ganador de las elecciones no es el candidato con más votos en el país, sino aquel que consiga, de 538 “electores” o “puntos”, 270 al menos en el Colegio Electoral. Estos electores están repartidos entre estados, de tal manera que hay 38 en Texas, un gran estado, contra 4 en Maine, un pequeño estado.

En 48 de los 50 estados, el candidato más votado “se lleva” todos los electores, y en Nebraska y Maine se reparten en función de distritos. Al final, cada estado cuenta por separado sus votos, por lo que se dice que son 51 elecciones (contando el distrito de Columbia) a la vez, más que una sola gran elección.

Este sistema ha provocado polémicas, ya que solo en este siglo, en dos ocasiones el “voto popular” (el total de votos conseguidos a nivel federal) y el voto del Colegio Electoral se contradijeron: ambas veces a favor de los republicanos, con George W. Bush y Donald Trump en su primera carrera presidencial.

Cuáles son los estados “a pelear”

A causa de esta necesidad de sumar puntos “conquistando estados”, las campañas electorales de Harris y Trump terminan enfocándose en ciertos territorios, conocidos como “estados bisagra” o “swing states”: aquellos que no tienen una tendencia “fija” entre el Partido Demócrata y el Republicano, y en la cual una pequeña diferencia de votos puede inclinar la balanza a un lado u otro de la carrera nacional.

Este año, los siete estados más peleados y donde más está en juego son Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin. En el caso de Pennsylvania, se juegan 19 “electores” o puntos ahí, y gran parte de la campaña electoral ha ocurrido en este estado, cuyas ciudades más grandes son Filadelfia y Pittsburgh. Junto a Michigan y Wisconsin, este estado forma lo que se conoce como “la muralla azul”: la ganó Barack Obama en su tiempo, la perdió Hillary Clinton y la volvió a ganar Joe Biden.

Las pérdidas en estos estados podrían verse compensadas por victorias en Arizona, donde Trump ha logrado avances entre los votantes latinos; Nevada, el estado bisagra más diverso, y Georgia, durante mucho tiempo un estado republicano que Biden superó por poco en 2020. Los republicanos han ganado Carolina del Norte en todas las elecciones desde 2012, pero esta vez los demócratas están cerca.

Un votante escribiendo su voto en Boise City, Oklahoma. Foto: Reuters

Qué dicen las encuestas

La pelea está tremendamente reñida: Harris y Trump están empatados con un 48% cada uno en el voto popular, según la encuesta nacional final del New York Times/Siena College publicada el 25 de octubre.

La carrera nacional es menos importante que los estados indecisos que decidirán el Colegio Electoral. Estos también están tentadoramente cerca. El 17 de octubre, por ejemplo, el rastreador de encuestas de The Guardian mostraba a Trump liderando por estrecho margen en Arizona, Georgia, Michigan y Wisconsin, Harris por delante en Nevada y Pennsylvania y un empate en Carolina del Norte. Aún así, todo podría ir en un sentido u otro.

Cuándo aparecerán los resultados

Si las encuestas están equivocadas y un candidato tiene una clara ventaja sobre el otro (como en la aplastante victoria de Ronald Reagan en 49 estados en 1984), el resultado será obvio en cuestión de horas. Pero dada la cercanía de las elecciones de 2016 y 2020, es más probable que haya un conteo que dure toda la noche y posiblemente varios días más.

Organizaciones de noticias como The Associated Press (AP) a menudo proyectan un ganador la noche de las elecciones basándose en un análisis de los votos ya contados, el número de votos pendientes y el margen entre los candidatos. (La AP dice que su tasa de precisión para las últimas elecciones generales es superior al 99,9%.) El candidato perdedor generalmente cede en las primeras horas de la mañana siguiente, lo que indica que la contienda ha terminado.